Manuel Félix Origone

Manuel Félix Origone
Información personal
Nacimiento 6 de enero de 1891
Villa Mercedes, San Luis, Argentina
Fallecimiento 19 de enero de 1913 (22 años)
Las Acacias, Partido de Brandsen, provincia de Buenos Aires, Argentina
Nacionalidad Argentina
Información profesional
Ocupación Militar y piloto de aviación
Lealtad Argentina
Rama militar Escuela de Aviación Militar
Unidad militar Regimiento 1 de Obuses
Rango militar Teniente

Manuel Félix Origone (Villa Mercedes, San Luis, 6 de enero de 1891 – Domselaar, Buenos Aires, 19 de enero de 1913) fue un aviador militar argentino, precursor [1] y primer mártir de la Aeronáutica Militar. Origone era oriundo de la misma ciudad que el cabo conscripto Teodoro Fels, con quien compartió el histórico raid entre Buenos Aires y Mar del Plata en enero de 1913. [1]

Biografía

Orígenes y formación

Manuel Félix era uno de los catorce hijos del próspero inmigrante genovés Rafael Origone y de la argentina doña Dolores Pereyra. Nacido en Villa Mercedes, el 6 de enero de 1891. Completó sus estudios primarios en su ciudad natal y en 1907 se trasladó a Buenos Aires para cursar la secundaria en el Colegio del Salvador, de los jesuitas, al finalizar la escuela secundaria ingresó al Colegio Militar de la Nación en 1908. Egresó en diciembre de 1910 como subteniente del Arma de Artillería, noveno en el orden de mérito de la Promoción 35. Ingresó al Colegio Militar de la Nación con autorización especial de su padre, ya que no cumplía la edad mínima reglamentaria. Con la recomendación de sus superiores, debido a su destacado desempeño como cadete, fue destinado al Regimiento 1.º de Obuses de Campaña. El naciente fenómeno de la aviación pronto atrajo la atención de Manuel Félix que, además de adquirir un aeroplano Blériot XI Gnôme de 50 hp, aprendió a volar con el instructor francés Marcel Paillette.

Carrera militar y vocación aeronáutica

Inicialmente destinado al Batallón 1.º de Obuses de Campaña en Campo de Mayo, Origone quedó cautivado por la actividad aérea naciente. El 5 de septiembre de 1911 realizó su primera ascensión en globo y, en agosto de 1912, colaboró económicamente con la Escuela de Aviación Militar al donar una aplanadora para la pista de El Palomar. En 1912, aún subteniente, se inscribió en el primer Curso de Aviación de El Palomar. El 20 de diciembre obtuvo el brevet internacional de Piloto Aviador N.º17 expedido por el Aero Club Argentino y se transformó en el segundo oficial del Ejército en conseguirlo, después del teniente primero Goubat. El 15 de enero de 1913, a los 22 años, ascendió a teniente. Cuatro días más tarde falleció.

Primer curso de la Escuela de Aviación Militar Argentina, del 4 de noviembre de 1912, fecha de presentación de los cursantes: Teniente Saturnino Pérez Ferreyra, Subteniente Manuel Félix Origone, Teniente de Navío Melchor Z. Escola, Teniente Carlos Giménez Kramer, Teniente Alfredo Agneta, Ingeniero Jorge A. Newbery a cargo de la Dirección Técnica, el director de la Escuela de Aviación Militar Coronel Arenales Antonio Uriburu, Ingeniero Alberto R. Mascías que se desempeñaba como instructor, Teniente Primero Raúl E. Goubat, Teniente Pedro Zanni, Teniente Primero Baldomero Biedma, Teniente Leopoldo Casavega y Teniente Juan Carlos Ferreyra. El Teniente Primero Aníbal Brihuega es el único integrante del curso que no figura en la fotografía.

Los 11 alumnos del primer curso obtuvieron el brevet internacional de piloto que otorgaba el Aero Club Argentino. Obtuvieron además el título de Aviador Militar Jorge A. Newbery y Alberto R. Mascías, por distinción especial del Ministerio de Guerra, los Teniente Primeros Goubat y Brihuega y los Tenientes Biedma, Zanni y Ferreyra.

Raid Buenos Aires–Mar del Plata y fallecimiento

A comienzos de 1913 se programó un raid aéreo entre El Palomar y Mar del Plata. Por iniciativa de los socios del Club Mar del Plata, la carrera intentaba darle más brillo a los festejos que preparaba la ciudad balnearia para inaugurar la nueva rambla sobre la playa Bristol. Con el auspicio y supervisión del Aero Club Argentino, la competencia se previó para el domingo 19 de enero. Los aviadores partirían desde los aeródromos de El Palomar y de Villa Lugano, con una escala técnica en Dolores (Buenos Aires). Participarían el prestigioso aviador y constructor de aeroplanos francés Paul Castaibert, el piloto alemán Heinrich Lübbe y, autorizados por el Ejército, el cabo conscripto Teodoro Fels y el teniente Manuel Félix Origone, ambos oriundos de Villa Mercedes, que hacía menos de un mes había recibido el brevet N.º17 de Piloto Aviador. El día de la partida despuntó desfavorable. Hacia el sur, el horizonte se iluminaba con los relámpagos, y un viento fuerte y arrachado anunciaba la proximidad de la tormenta. Con la primera claridad del alba, a las 4.38 Lübbe despegó de El Palomar con su monoplano Rumpler Taube. Con el alemán, viajaba el ingeniero Alberto Mascías como representante del Aero Club y fiscalizador de la prueba. Origone y Fels, con sus monoplanos gemelos Blériot XI Gnôme de 50 hp, decolaron minutos después, también desde El Palomar; casi al mismo tiempo, Castaibert partía de Villa Lugano con un aparato de diseño y construcción propia. Las nubes de tormenta sobre el Riachuelo obligaron a Lübbe a regresar; aunque, media hora más tarde, salió nuevamente pues las condiciones meteorológicas eran fluctuantes, con tendencia a empeorar. Castaibert llegó a Dolores cuando comenzaba a llover. Fels, tras escapar de una zona de remolinos, aterrizó en General Belgrano al igual que Lübbe que tocó tierra en el campo de Juan Hunter en Jeppener, cerca de Coronel Brandsen. Origone, había enfilado directamente hacia Dolores. Cuando sobrevolaba la zona comprendida entre las estaciones de Domselaar y Ferrari, a escasos metros de las vías del Ferrocarril Sur y de la Ruta Nacional 210, se produjo la catástrofe. Según noticias recogidas entre los vecinos, el aeroplano, luchando contra el viento huracanado, fue literalmente azotado contra el piso desde una altura aproximada de trescientos metros. Adolfo Carafi, testigo del accidente, relató el suceso: «Eran las 5.35 de la mañana. Nos hallábamos entre las estaciones Domselaar y Ferrari, frente al kilómetro 55, arreglando nuestro automóvil. De pronto, el ruido de un motor nos hizo percibir al aeroplano que marchaba en dirección al sur, más o menos a una altura de trescientos metros. Siguiendo su ruta lo vimos entrar en una nube y balancearse lateralmente. Luego, el movimiento se hizo más brusco hasta que el aparato se dio vuelta y quedó con las ruedas para arriba. En esa posición describió una amplia curva hacia el norte, cayendo lentamente hasta más o menos una altura de cincuenta metros, desde donde se precipitó al suelo en línea oblicua. Quedó con las alas para abajo. Corrimos los 35 metros que nos separaban del lugar para socorrer al aviador. Las alas se encontraban intactas, lo mismo que el resto del aparato, con excepción de la hélice y de uno de los cilindros del motor. Como el cuerpo estaba cubierto por el aparato, fue necesario romper una de las alas, descubrimos entonces el cuerpo, el rostro desfigurado. El doctor Groppo [viajaba con Carafi] comprobó que el pulso latía como en estado normal, y continuó así en los primeros momentos. Más tarde empezó a decaer, hasta que a los veinte minutos, se extinguió». Los demás participantes no pudieron arribar a Mar del Plata. Fels reanudó el vuelo, pero el vendaval lo obligó a aterrizar de manera definitiva en Ranchos. Lübbe y Mascías por las mismas causas descendieron en General Belgrano. Por su parte, Castaibert, pese a eludir la tempestad, enterado de la tragedia interrumpió el raid y regresó a Buenos Aires. Pasadas las 7 de la mañana, la Escuela de Aviación Militar informó de la desgracia. El ambiente aeronáutico civil y militar del país se conmocionó. Una multitud veló el cuerpo en la casa de un compañero. Más tarde, el féretro, envuelto en una bandera de seda, fue llevado a pulso hasta la Chacarita. En el transporte se alternaron sus hermanos; el director de la Escuela de Aviación Militar, teniente coronel Arenales Uriburu; los directores técnicos de la Escuela, ingenieros Jorge Newbery y Alberto Mascías; y sus compañeros de curso. El cortejo llegó al cementerio, donde esperaban miles de personas; una formación del Regimiento 4 de Infantería, al paso del ataúd, presentaba armas, mientras la banda militar ejecutaba una marcha fúnebre. Finalizados los discursos, se depositó el cajón en la bóveda de la familia González, al tiempo que doblaba la campana y la Sección del Regimiento 4 de Infantería descargaba tres salvas en su honor.

En enero de 1913, tras el fallecimiento de Origone en un accidente aéreo, Jorge Newbery —como presidente del Aero Club Argentino, encabezó el homenaje público al joven teniente. Bajo su dirección, la institución reconoció a Origone como el primer mártir de la aviación argentina y resaltó la trascendencia de su sacrificio para la naciente comunidad aeronáutica nacional.

Legado

  • En su homenaje, el 12 de enero de 1942, por Decreto del Poder Ejecutivo se instituyó el 19 de enero como “Día de los Muertos de la Aviación Militar”. En diciembre de 1962, un avión de la Fuerza Aérea trasladó sus restos a la ciudad de Villa Mercedes, donde fueron depositados en la cripta del mausoleo erigido en su honor. [2]
  • Es considerado precursor y benemérito de la Aeronáutica Argentina. En 1970, la Ley 18559 lo declaró Precursor de Aeronáutica Argentina Teniente D. Manual Féliz Origone. Piloto Aviador N.º 17: 20 de diciembre de 1912. Falleció en accidente de aviación el 19 de enero de 1913. Primera víctima militar de la Aeronáutica Argentina. [2]
  • A iniciativa del diario La Prensa, se le encargó al escultor italiano Arturo Tonagnini un monumento costeado por suscripción popular. En 1917, fue emplazado en Villa Mercedes (San Luis), en una plazoleta ubicada frente a la casa paterna que, desde entonces, lleva su nombre.
  • Su figura inspiró la condecoración de Lorenzo Eusebione, primer civil fallecido en un accidente aéreo argentino, ocurrido mientras preparaba un avión para homenajearlo.
  • Aeroclub Manuel Félix Origone. Ubicado en Villa Mercedes (San Luis), conserva su nombre en honor al piloto y su vocación aeronáutica.
  • Calle Teniente Manuel F. Origone. Varios municipios de la provincia de Buenos Aires (Brandsen, Domselaar) dedican una vía pública a su memoria.
  • Plaza Teniente Origone Espacio verde en Domselaar, Partido de Brandsen, donde se erigió un monolito con placa conmemorativa.
  • Hangar “Origone” Sala de instrucción y hangar de mantenimiento en la Escuela de Aviación Militar de El Palomar (Buenos Aires).
  • Mausoleo Origone. Monumento funerario en Villa Mercedes, traslado de sus restos desde La Chacarita en 1962.
  • Centro de Tiro y Bombardeo “Teniente Félix Origone” 1962. Se crea el Centro de Tiro y Bombardeo “Teniente Félix Origone” con asiento en el Aeródromo Militar del mismo nombre, ubicado en el campo “Mazaruca”, en la localidad “La Argentina”, provincia de Entre Ríos (Decreto N.º12.194-BAC N.º160).[3]

Referencias

  1. «Boletín de la Dirección de Estudios Históricos». BDEH 5/2015. 
  2. a b «AERONAUTICA LEY N° 18.559 Institúyese el título de 'Precursor de la Aeronáutica Argentina' y se otorga a diverso personal.». Bs. As., 21/01/70. 
  3. «EFEMÉRIDES DE LA FUERZA AÉREA ARGENTINA». 

Enlaces externos

  1. Instituto Nacional Newberiano [2] Nacido el 27 de mayo de 1975, como Instituto de Historia Aeronáutica Argentina "Jorge Alejandro Newbery", fue nacionalizado el 27 de mayo de 1997. Su misión es la investigación, difusión y conocimiento de la Historia Aeronáutica y Espacial Argentina, tanto civil como militar