Juan Ambrosio Huerta Galván

Juan Ambrosio Huerta Galván

Obispo de Arequipa
20 de agosto de 1880-27 de junio de 1897
Predecesor José Benedicto Torres Romero
Sucesor Manuel Segundo Ballón

Obispo de Puno
27 de marzo de 1865-23 de junio de 1875
Predecesor Mariano Chacón y Becerra
Sucesor Pedro José Chávez Ponce
Información religiosa
Ordenación sacerdotal 18 de abril de 1847
por Francisco Javier de Luna Pizarro, arzobispo de Lima
Ordenación episcopal 25 de junio de 1865
por José Sebastián de Goyeneche y Barreda, arzobispo de Lima
Iglesia Iglesia Católica
Información personal
Nombre Juan María Ambrosio Huerta Galván
Nacimiento 7 de diciembre de 1823
Lima, Perú
Fallecimiento 27 de junio de 1897 (73 años)
Lima, Perú
Profesión Abogado, teólogo, profesor
Padres Manuel Huerta
Manuela Galván
Alma mater Convictorio de San Carlos
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Seminario de Lima

Juan María Ambrosio Huerta Galván (Lima, 7 de diciembre de 1823 - Lima, 27 de junio de 1897) fue un clérigo peruano, obispo de Puno (1865-1875) y de Arequipa (1880-1897). Se destacó como orador elocuente. Defendió la doctrina católica, en una época caracterizada por el avance de la secularización impulsada por el liberalismo y el positivismo.

Siendo obispo de Puno, fundó el seminario de San Ambrosio y convocó el primer sínodo diocesano. Tuvo también enfrentamientos con el gobierno peruano con motivo de la aplicación del patronato; este conflicto tuvo su punto cumbre con el entredicho aplicado en Lampa, pero que se resolvió pronto. No obstante, en 1875 tuvo que renunciar al obispado de Puno para calmar los ánimos. Algunos años después, fue nombrado obispo de Arequipa por el papa León XIII, a instancias del presidente Nicolás de Piérola (1880). En dicha diócesis reconstruyó el seminario de San Jerónimo, escribió muchas cartas pastorales, convocó a un sínodo diocesano, se preocupó por la formación del clero y fomentó las asociaciones piadosas y el apostolado laical. Mantuvo a su diócesis como un baluarte del catolicismo ultramontano, combatiendo las tendencias secularizantes.

Biografía

Nacimiento y formación

Nació en Lima el 7 de diciembre de 1823, siendo hijo de Manuel Huerta y Manuela Galván.[1]

Comenzó estudiando en el Convictorio de San Carlos, pero sintiendo la vocación religiosa, ingresó al Seminario Conciliar de Santo Toribio. Huérfano de padre, su único apoyo fue su madre, que era de escasos recursos, pese a lo cual decidió continuar con su carrera. El 18 de abril de 1847 fue ordenado presbítero y ese mismo año el arzobispo de Lima Francisco Javier de Luna Pizarro lo nombró vicerrector del seminario.[1][2]​ En el convictorio carolino se recibió de abogado, graduándose también de doctor en Teología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en 1852.[1]​ Se incorporó al Colegio de Abogados de Lima.

Carrera eclesiástica y docente

El 6 de julio de 1861 fue nombrado rector del Seminario de Santo Toribio, cargo en el que se mantuvo por varios años. Contribuyó significativamente al florecimiento de dicho centro de estudios,[2]​ tomando como modelo formativo al Convictorio de San Carlos.[3]​ A instancias del presidente Ramón Castilla pasó a ser canónigo del cabildo metropolitano de Lima.[2]

Fue también director de una publicación confesional, El Progreso Católico, fundada en 1860, la misma que tenía un formato en cuarto y que se editaba quincenalmente.[4]​ A través de ella defendió la doctrina católica ante los embates del liberalismo.[5]

Obispo de Puno

El 2 de noviembre de 1864, el papa Pío IX lo nombró obispo de Puno, siendo consagrado en la catedral de Lima el 25 de junio de 1865 por monseñor José Sebastián de Goyoneche, arzobispo de Lima; y estando como coconsagrante el prelado Eduardo Vásquez, obispo de Panamá. Fue el segundo obispo de Puno, diócesis que fuera creada pocos años antes, en 1861.

Catedral de Arequipa en 1865

En febrero de 1866 se embarcó rumbo al sur. Continuó su viaje por tierra hacia Arequipa, donde se detuvo para celebrar las ceremonias de la Semana Santa, debido a que el obispo Juan Calienes se hallaba impedido de hacerlo por su delicada salud. Partió finalmente hacia Puno y en el trayecto, los humildes pobladores de la diócesis salieron a recibirle. En Vilque confirmó a más de dos mil personas. El 19 de abril hizo por fin su entrada en la ciudad de Puno, siendo recibido de manera apoteósica.[2]

Puso mucho empeño en su labor pastoral. Fundó el seminario de San Ambrosio, que empezó a funcionar el 1 de mayo de 1866;[6]​ realizó la visita del territorio de su diócesis; y celebró el sínodo diocesano en 1868.[2]

Tuvo un enfrentamiento con el gobierno por motivo del patronato, es decir, la defensa que hacía la Iglesia de sus fueros ante el Estado. Se mostró muy beligerante en este asunto, enfrentando al secretario de Culto de la dictadura de Mariano Ignacio Prado, el liberal José Simeón Tejeda (1866).[7]

Durante el gobierno de José Balta ocurrió un incidente llamado el entredicho de Puno. Huerta había celebrado el sínodo diocesano sin esperar la autorización del poder ejecutivo. El gobierno consideró que los acuerdos de este sínodo carecían de acción civil, por no haberse observado la ley, ni respetado el patronato. No obstante, el episcopado publicó los acuerdos sinodales, que incluían asuntos civiles o profanos, ante lo cual reaccionó el gobierno de Balta desautorizándolo, por decreto del 17 de junio de 1869. Huerta no solo no lo tomó en cuenta, sino que por un edicto episcopal amenazó con la excomunión a los que no cumplieran lo dispuesto en los sinodales. Como esto provocara algunas dificultades en Lampa, fueron clausurados el panteón y la iglesia de dicha población. Ello motivó a la vez un juicio contra el vicario de Puno, Dionisio Huerta, ante lo cual, el obispo respondió con la cesación a divinis, es decir la interrupción de los servicios religiosos en Lampa. A esto se denomina un entredicho o interdicto. La población de Lampa reaccionó quemando el edicto, a lo que respondió el vicario lanzando un auto de excomunión. El obispo fue llamado a Lima para responder ante la justicia. No obstante, sus adversarios consideraron que tanto el gobierno como el poder judicial se mostraron débiles en este asunto.[8][9]

En 1869, Huerta viajó sin licencia a Bolivia y luego a Roma para asistir al Concilio Vaticano I,[10]​ donde se destacó por su saber y su elocuencia. De retorno al Perú en 1870, dictó un auto por el cual levantaba el entredicho de Lampa; pero a pesar de ello, sus detractores y el mismo gobierno no cesaron en atacarlo. El fiscal de la Corte Suprema le acusó de haber delinquido y violado la Constitución, por no haber seguido el procedimiento que estaba en uso. Huerta consideró entonces que lo mejor era renunciar al episcopado puneño, y en tal sentido dirigió sus preces al papa Pío IX. Este aceptó su renuncia el 29 de enero de 1874.[2][11]

Obispo de Arequipa

Huerta abandonó Puno y en abril de 1874 se dirigió a Lima. Solicitó que se le diera la parroquia de Huacho, lo que se le concedió ese mismo año. También regentó transitoriamente la parroquia de Santa Ana, en Lima.[1][2]

Retrato de monseñor Juan Ambrosio Huerta, por D. Lozano. Grabado reproducido en la revista El Perú Ilustrado, de 16 de agosto de 1890.

Habiendo vacado la sede de Arequipa por fallecimiento de monseñor Juan Benedicto Torres Romero, el presidente Nicolás de Piérola propuso a Huerta para dicha diócesis. El papa León XIII accedió y lo preconizó el 20 de agosto de 1880. El 23 de diciembre, Huerta entró en Arequipa como obispo, cargo que habría de ejercer por diecisiete años, hasta su fallecimiento.[2]​ Cabe señalar que Huerta era un gran protector y amigo de la familia arequipeña de los Piérola.[12]​ Nicolás de Piérola fue su alumno en el seminario de Lima.[5]​ El hermano de este, Felipe Amadeo de Piérola, fue sacerdote y primer rector del seminario de San Ambrosio de Puno, que fundara Huerta cuando fue obispo de dicha diócesis.[12]

En Arequipa, Huerta demostró mucho celo en su labor, al igual que el que había mostrado en Puno. Siguiendo la línea de sus antecesores, mantuvo a su diócesis como un baluarte del catolicismo ultramontano en el Perú, ante el avance de los sectores liberales, que se daba especialmente en Lima.[13]​ Continuó con la refacción de la infraestructura del Seminario de San Jerónimo afectada por el devastador terremoto del sur del Perú de 1868.

En 1883 convocó a un sínodo diocesano y se preocupó por la formación del clero, redactando un programa analítico de las materias sobre que habían de ser examinados los concursantes a curatos.[2]​ Dirigió muchas cartas pastorales a su clero y a sus feligreses, advirtiéndoles de los “errores modernos”. Combatió la laicización de cementerio, la supresión de comunidades religiosas y el matrimonio civil, todas ellas demandas propias del programa liberal y anticlerical que por entonces iba ganando terreno.[5]

También fomentó las asociaciones piadosas y el apostolado laical. De su periodo datan la Unión Católica (de la que surgió el diario El Deber), la Sociedad del Socorro Mutuo de San Francisco (auxilio a los necesitados, tanto en atención médica como en entierros), el Círculo de la Juventud Católica (fundado en 1894).[5]

Fallecimiento

Su mal estado de salud lo obligó a pedir a la Santa Sede un obispo coadjutor o auxiliar, solicitud que le fue concedida en 1896. El elegido fue Manuel Segundo Ballón. Luego se retiró a Lima para atender su curación, pero allí acabó por fallecer, en junio de 1897.[2]​ Su cuerpo descansa en la cripta de la Catedral de Arequipa.

Publicaciones

Véase también

Referencias

  1. a b c d Tauro del Pino, Alberto (2001). «HUERTA, Juan Antonio». Enciclopedia Ilustrada del Perú. Síntesis del conocimiento integral del Perú, desde sus orígenes hasta la actualidad 8 (3.ª edición). Lima: PEISA. p. 1247. ISBN 9972-40-149-9. .
  2. a b c d e f g h i j Vargas Ugarte, Rubén (1986). «HUERTA, Juan Ambrosio». En Carlos Milla Batres, ed. Diccionario Histórico y Biográfico del Perú. Siglos XV-XX 5 (2.ª edición). Lima: Editorial Milla Batres. pp. 31-32. ISBN 84-599-1820-3. 
  3. Basadre, 2005a, p. 85.
  4. Vargas Ugarte, 1984, p. 154.
  5. a b c d Nalvarte Lozada, Juan Carlos (Diciembre de 2021). «Llueven abominaciones, y escándalos, y crímenes, y mentiras, y blasfemias. La lucha contra el “mundo moderno” de monseñor Juan Ambrosio Huerta, obispo de Arequipa (1880-1897)». Surandino. Revista de Humanidades y Cultura (Perú) 2 (2): 97-98. Consultado el 28 de agosto de 2025. 
  6. Basadre, 2005c, p. 80.
  7. Basadre, 2005a, p. 239.
  8. Basadre, 2005b, pp. 284-285.
  9. Vargas Ugarte, 1984, pp. 225-226.
  10. Basadre, 2005b, p. 285.
  11. Vargas Ugarte, 1984, p. 226.
  12. a b Basadre, 2005b, p. 13.
  13. Iberico Ruiz, Rolando (2020). «De Juan Ambrosio Huerta a Mariano Holguín: episcopado, ultramontanismo y modernidad en Arequipa (1880-1935)». Allpanchis (Perú: UCSP) (86): 13-14. Consultado el 28 de agosto de 2025. 
  14. Basadre, 2005c, p. 106.

Bibliografía

Enlaces externos