Mateo 2

Mateo 2 es el segundo capítulo del Evangelio de Mateo, en el Nuevo Testamento. Describe los acontecimientos posteriores al nacimiento de Jesús: la visita de los sabios (Magi) y el intento del rey Herodes de matar al infante mesías, la huida de José y su familia a Egipto, y su posterior regreso a vivir a Israel, estableciéndose en Nazaret.

Mateo 2

Evangelio de Mateo 1:22-2:18, en el Codex Vaticanus, escrito alrededor del año 325-350 d. C.
Libro Evangelio de Mateo
Parte de Biblia
Orden Nuevo Testamento
Categoría Evangelio
Precedido por Mateo 1
Sucedido por Mateo 3

Texto

Codex Sinaiticus (330-360 d. C.), Mateo 1:1-2:5.
Codex Sinaiticus (330-360 d. C.), Mateo 2:5-3:7.

El texto original fue escrito en griego koiné. Este capítulo está dividido en 23 versículos.

Testigos textuales

Algunos de los primeros manuscritos que contienen el texto de este capítulo son:[n. 1]

Análisis

Adoración de los Magi, de Bartolomé Esteban Murillo (1655-1660).

Cada una de las cuatro secciones de este capítulo se refiere a una cita del Antiguo Testamento que Mateo señala que Jesús cumple:

  • Miqueas 5:2: Y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel.
  • Oseas 11:1: De Egipto llamé a mi Hijo.
  • Jeremías 31:15: Voz fue oída en Ramá, grande lamentación, lloro y gemido; Raquel que llora a sus hijos, y no quiso ser consolada, porque perecieron.
  • [Q]ue habría de ser llamado nazareno: el texto de Mateo dice que para que se cumpliera «lo que fue dicho por los profetas», pero «no está claro a qué oráculos proféticos alude Mateo».[n. 2]

La última parte de Mateo 1 está escrita de manera similar, con una cita de Isaías 7:14, y a menudo se analiza como parte de esta misma sección. El teólogo Krister Stendahl señala que cada una de las cuatro citas en este capítulo contiene nombres de lugares, y analiza todo este capítulo como una apología de por qué el mesías se mudó del importante centro de Belén al menor de Nazaret.[1]

France señala que las citas del Antiguo Testamento en este capítulo son «notoriamente oscuras y poco convincentes».[2] Muchas de ellas están muy modificadas de los originales, y algunos pasajes tienen un significado inverso. Casi todos ellas están fuera de contexto y se presentan como profecías cuando no lo eran en el original. La más confusa es la que se cita en Mateo 2:23, que no aparece en ninguna parte del Antiguo Testamento. Jerónimo lo asocia con Isaías 11:1, donde la etimología de Nazaret se deriva de la palabra hebrea para rama (ne'tser).[3] France considera que el hecho de que las citas han sido tan modificadas para ajustarse a la narrativa es una clara evidencia de que la narración fue primero, y las citas se agregaron después. El autor de Mateo creía firmemente en la precisión de la narración que estaba registrando, y no la modificaría para que se ajustara mejor a las profecías.

Al igual que con Mateo 1, la mayoría de los eruditos ven este capítulo orientado a demostrar que Jesús es el mesías que los profetas predijeron. El capítulo contiene cinco referencias al Antiguo Testamento, una densidad mayor que en cualquier otro lugar del Nuevo Testamento. El autor de Mateo las usa para tratar de demostrar que Jesús coincide con las predicciones de los profetas. Schweizer considera que el capítulo está dividido en cinco subsecciones, cada una de las cuales termina con una cita del Antiguo Testamento.[4] Al igual que con la genealogía de Mateo 1, muchos eruditos consideran que este capítulo está tratando de retratar a Jesús como la culminación de la historia judía, con el autor de Mateo relatando los eventos en la vida de Jesús con los más importantes de la historia. El autor de Mateo establece un paralelo de este capítulo con el Éxodo, con Jesús como Moisés y Herodes como Faraón. El evangelio también se ocupa de mencionar una estancia de la Sagrada Familia en Egipto que no se menciona en ningún otro lugar. A través de una cita de Jeremías (Jeremías 31:15), la matanza de los inocentes está vinculada al cautiverio de Babilonia, y Jesús, que nació en Belén, hace eco del rey David, que también nació en esa aldea.

Al mismo tiempo, este capítulo también contiene varios pasajes que a menudo se consideran antijudíos. Mateo 2:3 y Mateo 2:4 muestran a los líderes judíos y al pueblo de Jerusalén actuando en sintonía con el tirano Herodes, que intenta matar al niño. La historicidad de esto es dudosa ya que otras fuentes muestran una gran rivalidad y animosidad entre ambos. El teólogo estadounidense Robert H. Gundry señala que la persecución es un tema importante de Mateo, que estaba escribiendo en un momento en que varias fuerzas estaban trabajando para aplastar el nuevo movimiento religioso.[5]

La mayor parte de lo que se encuentra en este capítulo no se encuentra en ningún otro evangelio y difiere mucho de la narrativa de la infancia en Lucas 2. Los eruditos evangélicos han desarrollado teorías para explicar estas discrepancias que les permiten defender la inerrancia de la Biblia. Otros estudiosos creen que esta parte del Evangelio de Mateo no es una obra literal de la historia: por ejemplo, Gundry considera al evangelio de Mateo como una versión muy adornada de Lucas, con los humildes pastores transformados en los exóticos Magi.

Texto

  1. Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,
  2. diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.
  3. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.
  4. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.
  5. Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:
  6. Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel.
  7. Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella;
  8. y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.
  9. Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.
  10. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.
  11. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
  12. Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.
  13. Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.
  14. Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto,
  15. y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo.
  16. Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos.
  17. Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo:
  18. Voz fue oída en Ramá, Grande lamentación, lloro y gemido; Raquel que llora a sus hijos, Y no quiso ser consolada, porque perecieron.
  19. Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto,
  20. diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño.
  21. Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y vino a tierra de Israel.
  22. Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea,
  23. y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno.

Notas

  1. El Codex Alexandrinus existente no contiene este capítulo debido a una laguna.
  2. Nota al pie en la Biblia de Jerusalén.

Referencias

  1. Stendahl, K. (1954). «The School of St. Matthew, and its use of the Old Testament». Acta Seminarii Neotestamentici Upsaliensis XX. Uppsala: Almquist and Wiksells.
  2. France, 1985.
  3. Jerónimo de Estridón. «Carta 51. A Pamaquio, sobre el mejor método de traducción».
  4. Schweizer, 1975.
  5. Gundry, 1982.

Bibliografía

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