Vicente José Turón Gil

Vicente José Turón Gil


Jefe de la Unidad de Tratamiento de los Trastornos de la Conducta Alimentaria del Hospital de Bellvitge
1982-2004

Presidente de la AEETCA
2000-2008[1]


Facultativo emérito del CatSalut
Actualmente en el cargo
Desde el 2006

Información personal
Nacimiento 1941
Vera de Moncayo, Zaragoza
Bandera de España España
Nacionalidad Española
Educación
Educado en Universidad de Barcelona
Información profesional
Ocupación Médico, Psiquiatra

Vicente José Turón Gil, es un médico psiquiatra español, y aunque practica la psiquiatría general, se ha especializado en trastornos de la conducta alimentaria. Fue presidente de la Asociación Española para el Estudio de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (AEETCA), asesor del Departamento de Salud de Cataluña y es facultativo emérito del Instituto Catalán de la Salud desde 2006.[1]

Biografía

Nació en la localidad Zaragozana de Vera de Moncayo, en 1941. Se licenció en medicina por la Universidad de Barcelona en 1966, y se especializó en Medicina Interna en 1969 y en Psiquiatría en 1972. Fue Médico de la Clínica Médica “A” de la Facultad de Medicina entre 1967 y 1970 y desde 1972 hasta 1992, fue médico adjunto en el Hospital Universitario de Bellvitge en la rama de Psiquiatría, donde fue profesor de psicología entre 1973 y 1978 de la Escuela de Enfermería del mismo hospital.

Desde su creación en 1982 hasta 2004, fue responsable de la Unidad de Tratamiento de los Trastornos de la Conducta Alimentaria del Hospital Universitario de Bellvitge, y desde1990 fue profesor asociado de Psicopatología y Psiquiatría de la Facultad de Medicina, Unidad Docente del hospital de Bellvitge, y Tutor de Residentes desde 1992 hasta 2000. Desde 1992 Jefe Clínico de Psiquiatría en el mismo hospital, y desde 2006 Facultativo Emérito del Instituto Catalán de la Salud.

Desde 2004, es Coordinador del plan de reordenación de la atención a los Trastornos de la Conducta Alimentaria, y Miembro de la comisión permanente y del consejo asesor del Plan Director de Salud Mental y Adicciones, del Departamento de Salud de la Generalidad de Cataluña. Coordinador clínico de la "Guía de Práctica Clínica sobre trastornos de la Conducta Alimentaria del Servicio Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad y Consumo" (2006).De 2004 a 2006 patrón de la Fundación “Imagen y Autoestima” y desde 2005 patrón de la Fundación “Fundación Instituto Trastornos de la Alimentación” (FITA), y ha sido Vicepresidente y Presidente de la “Asociación Española para el Estudio de los Trastornos de la Conducta Alimentaria”.[1]

Evolución y Diversidad de Enfoques en la Psiquiatría: Del Modelo Biomédico a las Perspectivas Sociocríticas La psiquiatría, como disciplina médica, ha experimentado una notable evolución en sus enfoques y paradigmas a lo largo del tiempo. Tradicionalmente, una parte significativa de la práctica psiquiátrica se ha cimentado en el modelo biomédico, que busca identificar y tratar las "enfermedades mentales" a través de causas biológicas subyacentes, a menudo con intervenciones farmacológicas o terapéuticas centradas en la modificación de la conducta individual. Profesionales con una extensa trayectoria en este campo, como el Dr. Vicente José Turón Gil, psiquiatra especializado en trastornos de la conducta alimentaria, ejemplifican esta tradición. El Dr. Turón Gil, con una carrera que abarca desde la década de 1960, ha sido una figura relevante en la psiquiatría española, especialmente en el ámbito de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA). Su formación en Medicina Interna y Psiquiatría, así como su rol como responsable de unidades de tratamiento en hospitales universitarios y su participación en la elaboración de guías de práctica clínica, reflejan un compromiso con la identificación, diagnóstico y tratamiento de estas condiciones desde una perspectiva predominantemente clínica y médica. Sus obras y publicaciones, como "Trastornos de la alimentación: Anorexia Nerviosa, Bulimia y Obesidad", se inscriben en un marco que busca categorizar y abordar estas afecciones como entidades clínicas. Sin embargo, en las últimas décadas, han emergido y ganado visibilidad enfoques más críticos y sociocéntricos dentro del ámbito de la salud mental. Estas nuevas perspectivas, representadas por figuras como la psiquiatra e investigadora Laura Martín López-Andrade, cuestionan la hegemonía del modelo biomédico y proponen una revaluación de cómo se comprende y aborda el sufrimiento humano. Martín López-Andrade, por ejemplo, argumenta que la noción de "enfermedad mental" es a menudo una construcción social, un "ejercicio de poder" no siempre basado en evidencia científica robusta, y que los diagnósticos pueden estar influenciados por intereses de la industria farmacéutica. Ella enfatiza que lo que se diagnostica como enfermedad mental es frecuentemente un "malestar psicosocial" profundamente arraigado en el contexto social, económico y cultural del individuo, incluyendo experiencias de trauma o las presiones de un sistema capitalista. Desde esta óptica, el foco debería desplazarse de la patologización individual a la comprensión y transformación de las condiciones sociales que generan sufrimiento. Estas diferencias marcan un contraste significativo en la conceptualización de los trastornos. Mientras el modelo encarnado por la trayectoria del Dr. Turón Gil se centra en la categorización diagnóstica y el tratamiento médico de afecciones específicas como los TCA, la perspectiva de la Dra. Martín López-Andrade aboga por una comprensión más amplia del sufrimiento que trasciende las etiquetas diagnósticas y busca soluciones en el ámbito social y comunitario.


Evolución de los Paradigmas en Salud Mental: Del Modelo Biopsiquiátrico a las Aproximaciones Sociocríticas y Comunitarias La comprensión y el abordaje de los trastornos mentales han experimentado una significativa transformación a lo largo de las últimas décadas, reflejando un debate continuo dentro de la propia disciplina psiquiátrica y en el ámbito de la salud mental en general. Mientras que figuras con una larga trayectoria, como el Dr. Vicente José Turón Gil, han contribuido al desarrollo del modelo biomédico y la especialización en áreas como los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) a través del diagnóstico y el tratamiento clínico, otras voces contemporáneas proponen una revisión profunda de estos fundamentos. El Dr. Turón Gil, con una extensa carrera iniciada en la segunda mitad del siglo XX, ha sido un referente en la psiquiatría española, particularmente en el campo de la anorexia y la bulimia. Su trabajo, que incluye la coordinación de unidades de tratamiento en hospitales universitarios y la autoría de guías clínicas, se ha enmarcado en un enfoque que busca identificar, clasificar y tratar los TCA como entidades nosológicas. Este modelo, predominante durante gran parte del siglo XX, se ha centrado en la búsqueda de causas biológicas y psicológicas individuales, utilizando diagnósticos estandarizados y tratamientos que a menudo incluyen psicofármacos. Sin embargo, en el siglo XXI, ha cobrado fuerza una corriente crítica que cuestiona los cimientos de la psiquiatría tradicional. La Dra. Laura Martín López-Andrade, psiquiatra, investigadora y codirectora de la editorial La Revolución Delirante, representa una de las voces destacadas de esta perspectiva. Martín López-Andrade aboga por una "revolución en el abordaje de la salud mental", argumentando que la psiquiatría, en su forma hegemónica, puede ser "un arma peligrosa que resta libertad y suma jerarquía". A diferencia del modelo tradicional que ve los síntomas como enfermedades a erradicar, la Dra. Martín López-Andrade sostiene que los síntomas son "respuestas y defensas del sujeto ante un fenómeno como la angustia", que surge de un "choque con lo colectivo" y la biografía personal. Desde esta visión, la clínica no debería centrarse en "rectificar" a la persona a través de terapias o psicofármacos que "no curan", sino en un "acompañamiento" que considere las necesidades y derechos del individuo en su contexto social. Uno de los puntos centrales de la crítica de Martín López-Andrade es el papel de los psicofármacos y los diagnósticos. Afirma que la industria farmacéutica influye en la investigación científica y en la elaboración de los manuales de diagnóstico (como el DSM), llevando a una "cronificación de los problemas" y a una "medicalización de la vida". Propone la deprescripción como una medida necesaria, ya que "el mejor factor de recuperación para una persona es el no uso de psicofármacos durante un periodo prolongado", y subraya que los fármacos tienen una función "muy puntual", facilitando una relación menos angustiosa con experiencias dolorosas, pero sin ser una cura. La Dra. Martín López-Andrade también enfatiza el carácter coercitivo de ciertas prácticas psiquiátricas, como los ingresos involuntarios y el propio acto de diagnosticar. Argumenta que la psiquiatría es una de las pocas profesiones, junto con las fuerzas del orden, que puede privar de libertad a una persona, y que el diagnóstico mismo es un "ejercicio de coerción" que "encierra" y etiqueta de por vida. En este sentido, aboga por una psiquiatría más horizontal y menos jerárquica, que promueva la autonomía del paciente y se guíe por sus "gustos, deseos y preferencias", en línea con legislaciones como la ley 8/2021 de apoyo a las personas con discapacidad en España. Además, introduce una perspectiva de género en su crítica, señalando que las mujeres son a menudo más medicalizadas porque "molestan más" y sus formas de expresar el malestar, como la depresión (entendida como "inhibición" o "parar"), son patologizadas en lugar de ser comprendidas en el contexto de las presiones patriarcales y el rol de cuidadoras. Critica la creación de diagnósticos específicos que "aglutinan a muchas mujeres" para "silenciar" sus malestares, como el trastorno límite de personalidad o el esquizoafectivo, y la falta de escucha hacia la subjetividad femenina en la práctica psiquiátrica. En contraposición al "hospitalocentrismo" y a la inversión de recursos en unidades "pseudohospitalarias", la Dra. Martín López-Andrade promueve el desarrollo de equipos transdisciplinares y comunitarios (ETIC) que trabajen desde lo público para generar espacios sociales de atención. Estos equipos buscan abordar el malestar psíquico de manera integral, considerando factores como la vivienda, el empleo y la red social, y fomentando la "horizontalidad" entre profesionales y personas atendidas, así como la incorporación de "compañeros con experiencia". Su objetivo es "reconstruir una comunidad en la que estemos mejor", pasando de una clínica basada en los síntomas a una clínica basada en las necesidades, donde se busca "cubrir las necesidades afectivas y materiales" para que la situación clínica mejore y se evite la "cronificación del malestar". La coexistencia de estas visiones —una arraigada en el modelo biomédico y la especialización clínica como la del Dr. Turón Gil, y otra que aboga por una crítica fundamental y un cambio de paradigma hacia enfoques sociocomunitarios y emancipadores como la de la Dra. Martín López-Andrade— subraya la riqueza y el dinamismo del campo de la salud mental, así como la continua búsqueda de modelos que respondan de manera más ética y efectiva al sufrimiento humano.


Obras

Es autor de 7 libros , 39 capítulos de libros , además de numerosos artículos y conferencias.[1][2]

  • Trastornos de la alimentación: Anorexia Nerviosa, Bulimia y Obesidad. Masson (1997). ISBN 84-458-0550-9[3]
  • Trastornos de la alimentación, guía básica de tratamiento. Masson (1998). ISBN 84-458-0746-3
  • Trastornos de la Conducta alimentaria. Curso a distancia. Ed. Dovall (2002).
  • ¿Que son los trastornos de la alimentación? (2005)
  • Trastornos de la Conducta alimentaria. Psiquiatria.com (2006)

Referencias

Enlaces externos