La recreación histórica es una actividad en la cual los participantes recrean algunos aspectos de un evento o periodo histórico. Puede ser uno muy estrechamente definido, como una guerra u otro evento concreto, o uno de más amplia cobertura.
Las actividades relacionadas con la "recreación" no son nuevas. Los torneos medievales tenían a veces temas romanos o más antiguos —mientras que los Romanos mismos montaron recreaciones de famosas batallas navales (Naumaquia) y terrestres dentro de sus coliseos como una forma de espectáculo público— y los victorianos recrearon objetos medievales como tapices.
El término historia viviente (living history, conforme a su denominación en inglés), describe los intentos de traer la historia a la vida, ya sea para disfrute de una audiencia o para el de los participantes mismos. La principal diferencia entre una recreación y una actuación dramática del periodo es el grado de inmersión y el monto de la improvisación.
De un tiempo a esta parte, la recreación histórica ha ido profesionalizándose, dando más y más importancia a la investigación científica, a las fuentes y a la fidelidad en las reconstrucciones. En palabras de Yeyo Balbás: "En general, el progresivo aumento en los niveles de autenticidad del re-enactment europeo, gracias al alto nivel de conocimientos adquiridos y a la gran habilidad artesanal de los fabricantes[...] ha creado una brecha entre los grupos con una vocación más “dura” y aquellos que conciben esta actividad como un simple hobby".[1] Aunque en muchos casos se vea como un evento lúdico, la propia recreación histórica se ha tomado en serio como herramienta de divulgación y democratización de la Historia, analizándose y siendo consciente de sus puntos débiles para intentar superarlos y perfeccionarse.[2]