Miniciano

Miniciano fue un religioso hispano de época visigoda que ocupó la sede de la Diócesis de Segovia entre los años 596 y 610, sucediendo en el cargo al obispo Pedro.^[1]​

Su episcopado transcurrió en un período de consolidación del cristianismo bajo el reino visigodo de Hispania, en el que los obispos tuvieron un papel relevante tanto en lo religioso como en lo político.

Miniciano participó en el II Concilio de Toledo, convocado por el rey Gundemaro en el año 610, donde firmó las actas en tercer lugar, lo que refleja su relevancia dentro del episcopado hispano.^[2]​