Minería de placeres

La minería de placeres[1] es la extracción de depósitos localizados en lechos de arroyos para la obtención de minerales.[2] Puede realizarse mediante una gran excavación a cielo abierto o mediante varios equipos de excavación en superficie, o también usando equipos subterráneos que excavan galerías.
La minería de placeres se utiliza con frecuencia para explotar depósitos de piedras y de metales preciosos (en particular, oro y gemas), que suelen encontrarse en depósitos aluviales (acumulaciones de arena y grava en cauces modernos o antiguos, o en ocasiones, asociadas a glaciares). El metal o las piedras preciosas, al ser desplazados por el flujo fluvial desde una fuente original, como una veta, suelen representar solo una pequeña parte del yacimiento total. Dado que las piedras preciosas y los metales pesados, como el oro, son considerablemente más densos que la arena, tienden a acumularse en la base de los depósitos de placer.
Los depósitos de placer pueden tener tan solo unos pocos años, como los sedimentos auríferos de la playa Queen Charlotte, en Canadá, o miles de millones de años, como el paleoplacer de uranio del lago Elliot del Supergrupo Huroniano, en Canadá.[3]
El material que contiene una mina de placer aluvial puede estar demasiado suelto para ser extraído de forma segura mediante túneles, aunque es posible en terrenos permanentemente congelados. Donde hay agua a presión disponible, se puede utilizar para extraer, mover y separar el material precioso del depósito, un método conocido como minería hidráulica.
Etimología
La palabra placer significa banco de arena o depósito aluvial/arenoso, y procede del catalán "placel" (plaza)[4] y a su vez del latín medieval "placea". De este término proceden las palabras inglesas "place" (lugar)" y "plaza".[5] Por lo tanto, en español es un término utilizado en geología que se refiere directamente a un depósito aluvial o glacial de arena o de grava.
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Una etimología alternativa deriva la palabra del español de América "placer" (placer, banco de arena), procedente por su parte del término portugués "placel" (banco de arena).[6]
Historia

Los placeres suministraban la mayor parte del oro de gran parte del mundo antiguo. Los romanos emplearon ampliamente métodos de minería hidráulica (ruina montium en latín)[7] en todo su imperio, pero especialmente en los yacimientos auríferos del norte de España tras su conquista por Augusto en el año 25 a. C. Uno de los yacimientos más grandes se encontraba en Las Médulas, donde se utilizaron siete canales de hasta 48 kilómetros de longitud para explotar los yacimientos auríferos aluviales durante el siglo I d. C. [8]
En América del Norte, la minería de placeres fue famosa en el contexto de varios episodios de la fiebre del oro, en particular la fiebre del oro de California, la de Colorado, la del cañón del Fraser en Canadá y la fiebre del oro de Klondike en Alaska.
La minería de placeres continúa en muchas zonas del mundo como fuente de diamantes, minerales y metales industriales, gemas (en Birmania y Sri Lanka), de platino y de oro (en el Yukón, en otras partes de Alaska y en la Columbia Británica).
Yacimientos
En regiones auríferas, una zona de un cauce bien protegida del flujo de agua es un excelente lugar para encontrar oro. El oro es muy denso y a menudo se encuentra en el lecho de los arroyos, que se explotan de distintas maneras. Los yacimientos de placer atraen a muchos buscadores porque sus costos son muy bajos. Hay muchos lugares diferentes donde se puede encontrar oro, como un yacimiento residual, aluvial o de terraza.
Residual
Los yacimientos residuales son más comunes donde ha habido meteorización en las rocas y donde no ha habido agua. Son yacimientos que aún no han sido arrastrados ni movidos. El residuo suele encontrarse en el lugar de la veta. Este tipo de yacimiento es generado por la meteorización de una roca aurífera.
Aluvial
Los depósitos aluviales o eluviales son el tipo más común en las explotaciones de placeres y, a menudo, son los más ricos. Contienen fragmentos de oro que han sido arrastrados de la veta por la fuerza del agua y se han depositado en sedimentos dentro o cerca de cursos de agua o antiguos cursos de agua. Por lo tanto, se encuentran principalmente en valles o llanuras aluviales.
Depósito en terraza
Los depósitos en terraza se forman cuando el oro se ha depositado en el lecho transversalmente escalonado de un río, formado por sucesivos cambios en su recorrido propiciados por la erosión de sus orillas. Las acumulaciones de oro en las orillas de un río a cierta altura se denominan depósitos en terraza. Se pueden encontrar en las cuencas altas que desembocan en los valles. Los lechos de ríos secos pueden estar situados lejos de otras fuentes de agua, e incluso remontan zonas montañas elevadas. Hoy en día, muchos mineros centran sus actividades en estos depósitos en terraza.
Canales profundos
Los canales profundos se forman cuando un antiguo lecho de río queda cubierto por sedimentos posteriores o por rocas ígneas procedentes de una erupción volcánica. Se conocen ejemplos de este tipo en los yacimientos auríferos de Gulgong y de Creswick en Australia. Se accede a la grava aurífera mediante pozos verticales y el metal se extrae mediante técnicas similares a las de la minería subterránea, aunque generalmente se procesa como si se tratara de oro aluvial.[9][10][11] El calor asociado con un flujo de lava ígnea, en algunos casos, altera la grava aurífera, por lo que es necesario triturarla primero para extraer el oro. Un ejemplo de este tipo de material fundido profundo se encontró en Forest Reefs, también en Australia.[12] Si debido a una erupción volcánica, la vegetación quedó enterrada junto con el antiguo arroyo, el efecto del calor y la descomposición sobre dicha vegetación enterrada puede resultar en la presencia de cantidades nocivas de acido carbónico gaseoso (H
2CO
3), como ocurrió en el depósito profundo de Creswick.[13]
Métodos
Se utilizan diversos métodos para extraer oro y gemas de los placeres, tanto para extraer los minerales del suelo como para separarlos de lo que no es oro ni gemas.
Bateo o lavado

La forma más simple para extraer oro de los depósitos de un placer es el bateo. Esta técnica se remonta al menos al Imperio Romano.[14] En el bateo, algo del material granular extraído del placer se deposita en una gran bandeja de metal o de plástico, se combina con una cantidad generosa de agua y se agita para que las partículas de oro, al ser de mayor densidad que el resto del material, se depositen en el fondo de la bandeja. El material residual más ligero (denominado ganga), como arena, lodo o grava, se elimina por un lado de la bandeja, dejando atrás el oro. Una vez que se encuentra un depósito de placer mediante el bateo de oro, el minero generalmente cambia a un equipo que puede tratar mayores volúmenes de arena y de grava de manera más rápida y eficiente. El bateo de oro se usó comúnmente por sí solo durante la fiebre del oro de California.[15] Sin embargo, raramente es rentable en la actualidad, ya que incluso un experto buscador de oro solo puede procesar aproximadamente 1 yarda cúbica (0,8 m³) de material por cada 10 horas de trabajo.[16]
Balancín
Un balancín o "cuna" tiene una capacidad de extracción mayor que una bandeja de bateo. Sin embargo, su producción también es limitada si se compara con otros métodos de minería de placer. Solo puede procesar entre 3 y 4 yardas cúbicas (2,3 y 3,1 m³) de grava al día.[16] Es más portátil y requiere menos infraestructura que una caja de compuerta, ya que se alimenta manualmente en lugar de con una compuerta. La caja se asienta sobre unos balancines, que al oscilar separan el oro de la ganga. Esta práctica se conocía como "acunar al bebé dorado". Una de estas cajas suele medir aproximadamente 42 x 16 x 12 pulgadas (1,07 x 0,41 x 0,30 m), con una bandeja extraíble en la parte superior, donde se captura el oro.[17] El balancín se usó comúnmente en toda Norteamérica durante la fiebre del oro, pero su popularidad disminuyó a medida que se generalizaron otros métodos que podían procesar un mayor volumen de mineral.[16]
Caja de compuerta


El mismo principio puede emplearse a mayor escala mediante la construcción de una caja de compuerta corta, con resaltos en el fondo llamados en inglés riffles para atrapar las partículas de oro más pesadas a medida que el agua las arrastra junto con el resto del material en la caja. Este método se adapta mejor a la excavación con pala o herramientas similares para alimentar el dispositivo con el mineral. Las cajas de compuerta pueden tener una longitud de tan solo unos pocos pies o más de 10 pies (3 m) (un término común para denominar a una caja de más de 6 pies (1,8 m) es "Long Tom"). Si bien son capaces de manejar un mayor volumen de material que métodos más simples, como la caja de balancín o el bateo de oro, esto puede ir en detrimento de la eficiencia, ya que se ha descubierto que las cajas de compuerta convencionales solo recuperan alrededor del 40% del oro que procesan.[18]

La caja de compuerta se utilizó ampliamente durante la fiebre del oro de California para operaciones a mayor escala. Cuando los arroyos se fueron agotando, se desarrollaron las variantes de la caja de compuerta, el grizzly y el procedimiento de la corriente inferior. El grizzly consiste en un conjunto de barras paralelas colocadas en un ángulo de 45 grados sobre la caja de compuerta principal, que filtran el material de mayor tamaño. La variante de corriente inferior incluye cajas de compuerta auxiliares adicionales donde el material se filtra inicialmente. Luego, este viaja a través de un canal hasta la caja de compuerta principal, donde se vuelve a filtrar. Tanto el grizzly como la corriente inferior son sistemas diseñados para aumentar la eficiencia de las cajas de compuerta, y a menudo se utilizaban en combinación con estas.[16]
Lavado en seco
El lavado en seco es propio de zonas áridas sin suministro de agua. Se desarrollaron métodos alternativos que utilizaban el soplado de aire para separar el oro de la arena. Uno de los métodos más comunes de lavado en seco es el lavado en seco mexicano. Este método consiste en colocar grava sobre una tabla de con resaltos y un fuelle situado por debajo, que se utiliza para soplar aire a través de la placa y separar el material más ligero del oro más pesado.[20] La cantidad de grava que se puede procesar con la técnica mexicana de lavado en seco varía de 1,5 a 4 yardas cúbicas (1,15 a 3,06 m³) por día, y se puede procesar con una eficiencia máxima del 80%.[21] Otra forma de lavado en seco es la "criba". Este método, utilizado con mayor frecuencia por los mineros españoles en América, solo requiere una manta y una caja con una rejilla en el fondo. El material se filtra primero a través de la caja, de modo que solo el material más fino queda sobre la manta. Luego, el material sobre la manta se lanza al aire para que la brisa pueda arrastrar el material más ligero y dejar atrás el oro. Si bien este método es extremadamente simple y requiere muy pocos materiales, también es lento e ineficiente.[16]
Trommel

Un trommel o tambor se compone de un tubo metálico giratorio ligeramente inclinado (la sección de depuración) con una rejilla en el extremo de descarga. Dispone en su interior de barras elevadoras, a veces en forma de ángulos de hierro atornillados a la sección de depuración. El mineral se introduce en el extremo elevado del tambor. Se suministra agua, a menudo a presión, a las secciones de depuración y cribado, y la combinación de agua y acción mecánica separa los valiosos minerales pesados de la grava más ligera. El mineral que pasa a través del tambor se concentra posteriormente en dispositivos más pequeños, como compuertas y plantillas. Los fragmentos más grandes de mineral que no pasan por la criba se transportan a una pila de desechos mediante una cinta transportadora.
Draga de oro

La criba a gran escala de oro de placer de grandes volúmenes de depósitos aluviales se puede realizar mediante el uso de dragas mecánicas. Estas dragas eran originalmente barcos muy grandes capaces de procesar cantidades masivas de material. Sin embargo, a medida que el oro se va agotando en las zonas de más fácil acceso, las dragas más pequeñas y maniobrables se han vuelto mucho más comunes.[16] Estas dragas más pequeñas suelen funcionar succionando agua y grava a través de largas mangueras con una bomba, y donde el oro se puede separar mediante métodos más tradicionales, como una caja de compuertas.[16]

Minería subterránea

En zonas con suelos permanentemente congelados, como Siberia, Alaska y el Yukón, los depósitos de placer pueden explotarse subterráneamente.[23] Dado que el suelo congelado es demasiado duro y firme para la minería manual, históricamente se encendían hogueras para descongelar el mineral antes de ser excavado.[23] Métodos posteriores implican la proyección de chorros de vapor en los depósitos congelados.
Se accede a las vetas profundas mediante técnicas similares a la minería subterránea convencional.
Efectos ambientales
Aunque este procedimiento no es obligatorio, el agua de proceso puede reciclarse continuamente y el mineral del que se han extraído los minerales buscados ("los relaves") puede recuperarse. Si bien estos procesos de reciclaje y recuperación son más comunes en las operaciones modernas de minería de placer, aún no se utilizan de forma universal.

Anteriormente, el agua de proceso no se reciclaba generalmente, y el mineral procesado no se recuperaba. Los restos de una antigua mina de oro aluvial romana en Las Médulas, España, son tan espectaculares que han justificado su designación como Patrimonio de la Humanidad. Los métodos empleados por los mineros romanos son descritos por Plinio el Viejo en su obra Historia natural, publicada alrededor del año 77 d. C. El autor era un procurador en la región, por lo que probablemente presenció la minería hidráulica a gran escala de los depósitos de placer. También añadió que el lago de Carucedo había quedado considerablemente sedimentado debido a los métodos de minería empleados por los romanos.
Los activistas ambientales describen la minería hidráulica de placeres como ambientalmente destructiva, debido a la gran cantidad de sedimentos que añade a los arroyos que antes corrían limpios (también conocido como el "método de Dahlonega").[24] La mayoría de las minas de placer modernas utilizan balsas de decantación para reducir el nivel de sedimentos en los cauces, aunque solo sea para garantizar que se va a disponer de suficiente agua para sus operaciones.
En California, entre 1853 y 1884, la explotación hidráulica de placeres supuso extraer una enorme cantidad de material de los yacimientos auríferos. Este material, arrastrado río abajo, elevó el nivel de partes del Valle Central de California unos dos metros en las zonas afectadas y se asentó en largas barras de hasta seis metros de espesor en algunas zonas de la bahía de San Francisco. El proceso generó un movimiento popular de oposición, autodenominado "Asociación Antiescombros". Ya en enero de 1884, se prohibió a la North Bloomfield Mining and Gravel Company el vertido de escombros a los arroyos, y la fiebre de la minería hidráulica en la región aurífera de California llegó a su fin.[25]
A pesar de las preocupaciones ambientales, la minería de placeres sigue siendo importante en zonas como el Yukón y cuenta con un apoyo considerable, con negocios locales que suelen exhibir carteles al respecto.[26]

Ejemplos
- El Witwatersrand en Sudáfrica es un ejemplo de depósito de placer, ya que se trata de una cuenca sedimentaria aluvial de tres mil millones de años de antigüedad que contiene al menos 70 minerales.[27]
- La fiebre del oro del cañón del Fraser impulsó en 1858 la incorporación al Reino Unido de la Colonia de la Columbia Británica.
- La fiebre del oro de Klondike comenzó en 1896, cuando se encontraron pepitas de oro en la región de Klondike de Alaska y en la región canadiense del Yukón. Las pepitas se encontraron en el cauce del río, lo que supuso el hallazgo de un yacimiento aluvial que pronto atrajo a 30.000 buscadores de oro a la región.[28]
- El área alrededor de Valdez Creek en Alaska ha sido explotada casi exclusivamente como placer desde 1897.[29]
Véase también
Referencias
- ↑ «Placer mining (US)». Webster's New World College Dictionary (4th edición). Houghton Mifflin Harcourt. 2010. Archivado desde el original el 9 de enero de 2015. Consultado el 9 de enero de 2015 – vía CollinsDictionary.com.
- ↑ «Placer mining | Techniques, Processes & Equipment | Britannica». www.britannica.com.
- ↑ McCracken, A.D., Macey, E., Monro Gray, J.M., and Nowlan, G.S. (1 de marzo de 2018). «Placer Gold». Popular Geoscience (Natural Resources Canadá).
- ↑ Real Academia Española. «placer». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Del cat. placel, de plaza. m. Banco de arena o piedra en el fondo del mar, llano y de bastante extensión.
- ↑ «Placers etymology and definition». Thefreedictionary.com. Consultado el 20 de julio de 2013.
- ↑ «placer in Wiktionary». en.wiktionary.org. Consultado el 18 de agosto de 2019.
- ↑ Plinio el Viejo, Naturalis Historia 33, 66.
- ↑ La inclusión de metales del grupo del platino en una gran proporción de piezas de oro indica que el metal provenía principalmente de placeres o depósitos aluviales. Los metales del grupo del platino rara vez se encuentran con oro en depósitos de diques o vetas de roca dura.
- ↑ «Gulgong – Gold Rush Heritage». www.geomaps.com.au. Consultado el 5 de septiembre de 2023.
- ↑ Design, UBC Web. «Buried Rivers of Gold Heritage Trail | Business & Tourism Creswick Inc.». www.creswick.net (en inglés). Consultado el 22 de enero de 2021.
- ↑ «Buried Rivers of Gold | Creswick». Buried Rivers Gold (en inglés). Consultado el 1 de noviembre de 2023.
- ↑ «The Forest Reefs Gold Field. II.». Australian Town and Country Journal. 21 de abril de 1900. p. 41. Consultado el 15 de mayo de 2023.
- ↑ «The Dark Labyrinth». Buried Rivers Gold (en inglés). Consultado el 1 de noviembre de 2023.
- ↑ Cohen Duncan, Lynn (1999). Roman Deep Vein Mining.
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- ↑ «What Was the Klondike Gold Rush? – Klondike Gold Rush National Historical Park (U.S. National Park Service)». www.nps.gov.
- ↑ Suhey, Jane (mes de diciembre de 2023). Exploring Competing Gold System Models in the Valdez Creek Region, Clearwater Mountains, Alaska (Tesis de MSc). University of Alaska Fairbanks. p. 7-12.
Lecturas adicionales
- "Assembling California" (Ensamblando California), de John McPhee, publicado en 1993 por Farrar, Straus y Giroux, Nueva Jersey. (ISBN 9780374106454)
- "Colonial Placer Mining in Colombia" (Minería de Placer Colonial en Colombia). West, Robert C., Baton Rouge: Prensa de la Universidad Estatal de Luisiana, 195. (ISBN 9780807109694)
Enlaces externos
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