La crítica de la escuela de las mujeres

La crítica de la escuela de las mujeres
de Molière
Género Teatro
Subgénero Comedia
Idioma Francés
Título original La Critique de l'École des femmes
Texto original La Critique de L’École des femmes en Wikisource
País Francia
Fecha de publicación 1663

La Crítica de la Escuela de las Mujeres (en francés: La Critique de l'École des femmes) es una comedia de un acto en prosa escrito por Molière, estrenada en el Teatro del Palacio Real en París el 1 de junio de 1663. Está dedicada a la reina madre Ana de Austria y es una respuesta a las duras críticas provocadas por su comedia anterior "La escuela de las mujeres".

Resumen

Todo comienza con dos mujeres, Urania (en referencia a la musa de la astronomía) y Elisa, las cuáles reciben a conocidos y hablan de la obra que vieron "La escuela de las mujeres" y expresan su opinión. Todos tienen una opinión clara: a algunos les gustó, a otros no.

En el bando de los "en contra", está el pedante Lisidas, un autor celoso del éxito de la obra, el Marqués, un personaje tonto y pretencioso que crítica la obra sin haberla visto, y Climèna, que muestra una modestia que ve ofendida por la misma.

En el bando de los de "a favor" encontramos a Dorante, amigo de Molière, un hombre tranquilo y sereno, a la misma Urania, la dueña de la casa, y a Elisa, una mujer de ingenio, que pretende apoyar al partido contrario, subrayando con su aprobación inquebrantable la debilidad o ineptitud de sus argumentos.

Dorante actúa como portavoz de Molière. Defiende la obra y destaca las ventajas de la comedia de personajes sobre la tragedia clásica:

Me parece mucho más fácil crear grandes emociones, desafiar a la Fortuna en verso, denunciar el destino y maldecir a los dioses, que responder adecuadamente al ridículo humano y reproducir en el escenario los defectos comunes de una manera agradable.

Todos se mantienen firmes en su decisión, y el anuncio de la cena sirve de desenlace. Todos acuden con gusto, convencidos de haber ganado la discusión y de haber demostrado su valía.

Algunas frases

  • Basta con ver las continuas carcajadas del público [en esta obra]. No quiero otra cosa que demuestre su inutilidad. (El Marqués, escena V)
  • Hay muchos que se dejan malcriar por el exceso de ingenio, y que […] lamentarían mucho ser de la opinión de los demás para tener la gloria de decidir. (Dorante, escena V)
  • Este tipo de comedias no son realmente comedias [...]. Sin embargo, hoy en día todo el mundo las disfruta; la gente solo acude a ellas, y vemos una terrible soledad en las grandes obras, cuando las estupideces dominan todo París. Les confieso que a veces me sangra el corazón, y eso es una vergüenza para Francia. (Lisidas, escena VI)
  • Si las obras que se ajustan a las reglas no agradan, y las que agradan no se ajustan a las reglas, sería necesario que las reglas estuvieran mal hechas. (Dorante, escena VI)

Disputa

La obra notó un ataque hacia aquellos a quienes iba dirigida. Entre estos últimos, el Duque de La Feuillade se sintió ridiculizado por el personaje del pequeño marqués que repetía: "¡Tarta de crema!". Se vengó: mientras Molière, a quién se había acercado con fingida amabilidad, se inclinaba cortésmente, el duque le agarró la cabeza y se la frotó contra los botones afilados de su abrigo, gritando: "¡Tarta de crema, Molière, tarta de crema!", haciéndole sangrar la cara. El rey expresó su indignación, pero no castigó al duque, y el asunto quedó ahí.[1]

Referencias

  1. Pierre-Aimé Touchard, préface de La Critique de l'École des femmes; Molière: Œuvres complètes, Éditions du Seuil, 1962

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