José Sabogal nació en la ciudad de Cajabamba (Cajamarca) (Perú) el 19 de marzo de 1888 en una familia mestiza, siendo hijo de Matías Sabogal del Castillo y Manuela Diéguez de Florencia. En 1922 se casó con la escritora María Wiesse Romero (1894-1964), hija del historiador Carlos Wiesse Portocarrero. El matrimonio tuvo dos hijos: José Rodolfo Sabogal Wiesse (1923-1983) y Rosa Teresa Sabogal Wiesse (1925-1985).
El origen del apellido Sabogal es la palabra castiza sabogal, que indica una red para pescar sabogas y que se menciona en el capítulo XXIX de la segunda parte de las antiguas ediciones de Don Quijote de la Mancha. Según el libro de María WiesseJosé Sabogal, el artista y el hombre, los ancestros del pintor procederían de un pueblo de pescadores llamado Saboga en el norte de España.
Sin embargo, la versión más fiable afirma que el apellido Sabogal es de origen húngaro y proviene de la combinación de los dos apellidos más comunes en Hungría, Sabo y Gal. Ricardo Sabogal-Suji, Ph.D. en antropología y pariente del pintor, también originario de Cajabamba y nacido igualmente el 19 de marzo, educado en Italia, los Estados Unidos e Inglaterra, afirma que, basándose en estudios de ADN mitocondrial, el apellido Sabogal es de origen húngaro.
José Sabogal recorrió España, el sur de Francia, Italia y el norte de África entre 1908 y 1913 antes de empezar a estudiar en la Escuela Nacional de Bellas Artes en Buenos Aires (Argentina), donde estudió por cinco años.[2][3]
Sabogal se dedicó a promover la cultura y estéticas precolombinas.[2] Durante una estadía de seis meses en Cuzco, Sabogal se empezó a interesar en representar a la ciudad y sus habitantes en sus pinturas.[3] En 1919, realizó una exhibición de sus pinturas en la Casa Brandes en Lima, la cual atrajo la atención de la crítica y el público.[3]
Para José Carlos Mariátegui, Sabogal es el pintor peruano por excelencia. La razón es que Sabogal fue el pintor que rompió con el colonialismo académico europeo y creó su propia escuela nacional con raíces peruanas auténticas sin ser copia del arte dominante europeo. Sabogal resucitó el valor artístico, el arraigo y la dignidad de lo peruano de una forma única, nativa, vernacular y original.
“Pero sí, somos indigenistas en el justo significado de la palabra y más aún, indigenistas culturales, pues buscamos nuestra identidad integral con nuestro suelo, su humanidad y nuestro tiempo. No admitimos aquello de raza superior aria en nuestro medio, pero sí estamos convencidos de que en América ha surgido un hombre nuevo. Y en el Perú de nuestros días y con el grupo de artistas que tengo el honor de representar, intentamos expresar ese contenido, esa fisonomía genuina que nos identifique y nos eleve a criatura nacional, tanto como fuera marcada en los antiguos tiempos con su arte rotundo y eterno”.[4]
↑Chasteen, J. C (1999). «A Cultural History of Latin America: Literature, Music, and the Visual Arts in the 19th and 20th Centuries». Hispanic American Historical Review79 (3). ISSN0018-2168.
↑ abCongdon, Kristin; Kara Kelley Hallmark (2002). Artists from Latin American Cultures: A Biographical Dictionary(en inglés). Westport (Connecticut): Greenwood Press. pp. 238-240. ISBN 0-313-09119-6.