Federalismo en Suiza

Los tres niveles federales: Confederación – Cantones – Municipios (El número de municipios ha disminuido desde esta ilustración de 2018 debido a las fusiones.)

El federalismo es uno de los pilares del sistema político suizo. El sistema federal se estructura en tres niveles: la Confederación, seguida de los cantones y, finalmente, los municipios. Como es habitual en un estado federal, las responsabilidades gubernamentales se reparten entre los tres niveles de gobierno. Esta división de responsabilidades se basa en el principio de subsidiariedad: una tarea solo puede ser asumida por una autoridad superior si excede las competencias del nivel inferior. Idealmente, esto da lugar a leyes y reglamentos adaptados a las necesidades locales, lo que, por un lado, aumenta su aceptación y, por otro, fomenta una competencia fructífera entre cantones y municipios por la reducción de impuestos, una administración pública más eficiente y otras ventajas geográficas. Además de la subsidiariedad, la Constitución Federal prevé un sistema de delegación individual. La Confederación asume únicamente las responsabilidades que le asigna la constitución; todas las demás recaen automáticamente en los cantones.

El federalismo suizo se caracteriza por la amplia autonomía de sus estados miembros (cantones). Los cantones poseen estructuras estatales plenamente desarrolladas y, por lo tanto, sus propias instituciones políticas para los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Cuantitativamente, la tarea más importante de los cantones es implementar la legislación federal, otorgándoles la mayor libertad posible. Sin embargo, esta autonomía solo existe en el marco de la legislación federal. Los municipios también gozan de autonomía, cuyo alcance está determinado por la legislación cantonal.

Los cantones gozan de amplios derechos de participación a nivel federal: tienen derecho a vetar cualquier enmienda a la Constitución Federal; a nivel federal, existe un parlamento compuesto por dos cámaras, una de las cuales representa a los cantones (Consejo de Estados); pueden presentar una iniciativa cantonal o un referéndum cantonal; y participan en la elaboración de leyes federales (proceso de consulta). La Constitución presupone la igualdad fundamental entre los cantones.

Una característica clave del federalismo suizo es la intensa cooperación dentro y entre los diferentes niveles de gobierno. Tanto la cooperación vertical (federación-cantones, cantones-municipios) como la horizontal (cantones-cantones, municipios-municipios) están muy desarrolladas según los estándares internacionales. De esta manera, los cantones intentan contrarrestar la pérdida de su influencia a nivel federal.

El federalismo se ha enfrentado a diversos desafíos durante algún tiempo, por lo que algunos académicos lo consideran el principio estructural más amenazado. Sobre todo, la creciente centralización, es decir, la creciente asunción de responsabilidades cantonales por parte del gobierno federal, plantea un problema. Los cantones intentan contrarrestarla mediante la firma de concordatos intercantonales. Sin embargo, la centralización no se limita al ámbito nacional. La política y la legislación se están trasladando cada vez más a un nuevo nivel internacional, donde el gobierno federal, con amplias competencias en materia de tratados internacionales, regula cada vez más áreas.