Exclamación
La Exclamación o Ecfonesis es una figura retórica, de tipo dialógica o patética, que intenta transmitir fuertes emociones al destinatario del mensaje. Se le reconoce sintácticamente por el uso de signos de exclamación y de interjecciones como ¡Oh! y ¡Ay! La exclamación acompaña frecuentemente otras figuras retóricas, como la hipérbole (exageración), y es característica de ciertos géneros discursivos, como el encomio (texto de alabanza) o la arenga.
Ejemplos famosos
- «¡Oh anciano! ¡Si así como conservas el ánimo en tu pecho, tuvieras ágiles las rodillas y sin menoscabo las fuerzas! Pero te abruma la vejez, que a nadie respeta. ¡Ojalá que otro cargase con ella y tú fueras contado en el número de los jóvenes!». (Homero, Ilíada, Canto IV).
- «¡Oh tiempos!, ¡oh costumbres!». (Marco Tulio Cicerón, Catilinarias).
- «¡Proletarios de todos los países, uníos!». (Marx y Engels, Manifiesto Comunista)
- «¡Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte, para que sacudiendo el ensangrentado polvo que cubre tus cenizas te levantes a explicarnos la vida secreta y las convulsiones internas que desgarran las entrañas de un noble pueblo! Tú posees el secreto: ¡Revélanoslo!». (Domingo Faustino Sarmiento, Facundo[1]).
- «¡A la gran peña!». Refiriéndose al hecho público del Ministro de Hacienda de Paraguay, Santiago Peña.
- En la poesía
- ¡Oh excelso muro, oh torres coronadas
- de honor, de majestad, de gallardía!
- ¡Oh gran río, gran rey de Andalucía,
- de arenas nobles, ya que no doradas!
Luis de Góngora y Argote, A Córdoba[2]
Referencias
- ↑ Sarmiento (1845), Introducción
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