Cristóbal García Salmerón

San Juan Evangelista, óleo sobre lienzo, 142 x 107 cm, Museo del Prado.

Cristóbal García Salmerón (Cuenca 1603-Madrid, 1673) fue un pintor barroco español, natural de Cuenca y, según la información proporcionada por Antonio Palomino,[1]​ discípulo de Pedro de Orrente, cuyo estilo junto con el de otros maestros toledanos puede, en efecto, rastrearse en la obra del conquense.

Biografía y obra

Son pocos los datos biográficos que se tienen de García Salmerón quien, según lo que de él cuenta Palomino, debió de nacer en Cuenca hacia 1603. Ningún documento permite confirmar el aprendizaje con Orrente y se ignora si este tuvo lugar en Cuenca o en Toledo, siendo más probable esta segunda opción al apreciarse en la obra de García Salmerón influencias tanto del maestro murciano como de Luis Tristán y de Juan Bautista Maíno.[2]

San Bartolomé, óleo sobre lienzo, 141 x 107 cm, Ciudad Real, Museo de Ciudad Real, en depósito del Museo del Prado.

Según la carta de dote otorgada en enero de 1625, contrajo matrimonio con Juana Millán, que aportaba rentas importantes y una casa en Cuenca, con la que tuvo dos hijas, aunque solo una le sobrevivió.[3]​ La primera obra firmada, el San Julián, obispo de Cuenca para la Catedral de Málaga (1637), muestra obvias influencias orrentescas junto a recuerdos de Vicente Carducho.[4]​ En la Catedral de Cuenca se conserva, firmado, el retablo de San Juan Bautista, quizá la obra más directamente relacionada con el trabajo de Orrente, en especial en la escena del Nacimiento, con su aspecto casero y cotidiano, derivado del arte de los Bassano, compatible con la utilización de estampas nórdicas en algunos detalles de la composición.[5]​ En 1642, al paso de Felipe IV por Cuenca camino de Cataluña, pintó la fiesta de toros celebrada en su honor con tal ocasión,[6]​ cuadro que fue llevado al primitivo Alcázar de Madrid, donde lo vio Palomino, que lo describe en el pasadizo de la Encarnación diciendo que se veía «la misma ciudad, y el pintor, en acto de pintarlo».[7]

En 1648 contrató por importe de 10 400 reales la ejecución de una serie de apóstoles y profetas para el monumento de Semana Santa que se instalaba en la nave de los Reyes de la catedral de Cuenca. En su origen la serie estuvo formada por un Apostolado, ahora conservado en la sala capitular de la catedral conquense, y doce profetas, estos sentados y en lienzos en forma de arco apuntado, de los que se conservan cuatro en las ojivas de la nave. Los apóstoles —doce con san Pablo—, en pie y de cuerpo entero, son figuras de acusado naturalismo que evidencian su formación en la escuela de Orrente, en contraste con los fondos arquitectónicos de carácter manierista, para los que se valió de grabados de Hans Vredeman de Vries y otros maestros flamencos.[8]​ Se le atribuye también otra serie de apóstoles de medio cuerpo portando cartelas con los versículos del Credo y Jesús como Buen Pastor, formando un Apostolado muy estimado en su época, como demuestran las numerosas versiones y copias de calidad desigual existentes. Una de ellas, quizá la de mayor calidad, procedente del convento del Carmen Calzado de Toledo, ingresó ya a su nombre en 1836 en el Museo del Prado, actualmente incompleta y dispersa. Completa y también autógrafa la conservada en el Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid.[9]

En fecha desconocida pasó a Madrid, «pareciéndole, que en la cortedad de aquella tierra, no podía lograr el merecido premio», según dice Palomino.[1]​ Algún cuadro pintado para conventos madrileños parece confirmar ese traslado. Un Buen Pastor, procedente del Carmen calzado de Madrid —donde lo citaba ya Palomino— y actualmente en el Museo del Prado, es cuanto queda de la que habría sido la etapa final de su carrera, apegada aún a modelos orrentescos.[10]

Otorgó testamento en Madrid el 22 de octubre de 1673.[11]​ Dejaba una hija, María García de Salmerón, casada con Diego de Scals y Salcedo, oidor del crimen en la Real Audiencia de Valencia.[12]​ Cláusula singular de su testamento es la disposición por la que mandaba entregar a Teresa Romero, hija de un tal Cristóbal Romero y joven, pues aún no había tomado estado, «todos los papeles, libros y estampas que del arte del pintor se hallasen en mi poder y assimismo, dos Piedras de moler colores una grande y otra pequeña», que cuando casase o entrase en religión debía ser entregadas al padre, lo que podría indicar que tenía a Teresa como aprendiz del oficio.[13]

Referencias

  1. a b Palomino, p. 282.
  2. Angulo-Pérez Sánchez (1972), p. 359.
  3. Casal Valencia (2021), p. 114.
  4. Pérez Sánchez (1992), p. 140.
  5. Angulo-Pérez Sánchez (1972), p. 360.
  6. Angulo-Pérez Sánchez (1972), pp. 359-360. Palomino, sin embargo, dice que el festejo taurino se celebró con ocasión del nacimiento de Carlos II, lo que retrasaría su ejecución a 1661. El cuadro se ha perdido.
  7. Palomino, p. 283.
  8. Angulo-Pérez Sánchez (1972), pp. 361 y 365.
  9. Angulo-Pérez Sánchez (1972), pp. 366-367.
  10. El Buen Pastor, ficha de la obra en la Colección del Museo del Prado. El cuadro lo menciona el pintor en su testamento por deberle aún Antonio de Pedrosa 400 reales de los 2000 en que se había concertado su pintura.
  11. Casal Valencia (2021), p. 113 y doc. 1.
  12. Casal Valencia (2021), p. 115.
  13. Casal Valencia (2021), p. 123.

Bibliografía

  • Angulo Íñiguez, Diego; Pérez Sánchez, Alfonso E. (1972). Pintura toledana de la primera mitad del siglo XVII. Madrid, Instituto Diego Velázquez, CSIC. ISBN 84-00-03829-0. 
  • Casal Valencia, Sonia, «El testamento de Cristóbal García Salmerón: un documento inédito de un pintor olvidado», Philostrato. Revista de Historia y Arte, n.º 9 (2021), pp. 111-126.
  • Palomino, Antonio (1988). El museo pictórico y escala óptica III. El parnaso español pintoresco laureado. Madrid : Aguilar S.A. de Ediciones. ISBN 84-03-88005-7. 
  • Pérez Sánchez, Alfonso E. (1992). Pintura barroca en España 1600-1750. Madrid : Ediciones Cátedra. ISBN 84-376-0994-1. 

Enlaces externos