Cosmogonía

La creación de los cuatro elementos. Metamorfosis de Ovidio en edición de 1589

Cosmogonía (del griego κοσμογονία, kosmogonía o κοσμογενία, kosmogonía, derivado de κόσμος, kosmos ‘mundo’ y la raíz γί(γ)νομαι, gígnomai / γέγονα, gégona, ‘nacer’) es un modelo que intenta explicar el origen del universo y de la propia humanidad.[1][2][3]​ Puede tener un origen mítico, filosófico o científico.

Descripción

Desde la antigüedad, los mitos han sido relatos compuestos por acciones simbólicas que se transmitieron por generaciones para ofrecer respuestas sobre el origen del universo y del hombre, relacionándolos con dioses y mensajeros que actuaban en nombre de estos.

Los mitos ofrecieron a las distintas culturas una visión integradora del mundo, al facilitar su percepción de los fenómenos que le parecían extraños a una creencia colectiva que dio origen a los que los acompañaron y proporcionaron la seguridad psicológica para la construcción de una identidad para la vida en comunidad.

En los mitos, algunos investigadores han señalado que los dioses suelen representar las fuerzas elementales de la naturaleza, que pueden percibir, de los cuales se derivan los fenómenos naturales que condicionaron sus vidas. Sin embargo, este postulado simplista y etnocéntrico ha ido quedando progresivamente superado para dar cuenta del mito como un especial espacio simbólico a partir del cual el ser humano puede atribuir significados (conscientes e inconscientes) a deidades, héroes y acciones míticas en estrecha relación con la vida psíquica, intersubjetiva, social y cultural. Esto quiere decir que un determinado mito puede tener relación con el proceso de madurez interno de determinada persona, pero también puede servir para generar cohesión social en una comunidad, o para legitimar determinadas estructuras de poder; no existe una explicación unívoca.

Cosmogonías

En general, las narraciones cosmogónicas no solo representan una configuración del universo, desde el punto de vista de estudiar lo que es en tanto que es y existe como sustancia de los fenómenos (visión ontológica), sino que de ellas también se derivan ciertas necesidades éticas para la preservación en la unidad del mismo.

Cosmogonías griegas

Las cosmogonías griegas narran el origen del mundo que parte del caos, para que en un acto de creación divina se imponga el orden. Esta acción marcará el principio del ser y del bien para el pensamiento griego, en donde el ser no puede ser informado porque el mal se acerca a la carencia de límite. Esta visión la recoge Hesíodo en su Teogonía y también Platón en el relato del demiurgo presente en el Timeo. Cabe destacar que en las cosmogonías griegas el orden se va imponiendo de una manera violenta, por las luchas entre los dioses, mientras que en la cosmogonía judeocristiana el orden surge por el poder de la Palabra de Dios.

Cosmogonía judeocristiana

En la cosmogonía judeocristiana, el origen del mundo está presente en el Génesis (el primer libro de la Biblia), que relata cómo Dios empezó a crear el mundo «en un principio». La teología cristiana utiliza el término ex nihilo para sustentar y referirse a la creación universal partiendo de la nada. Génesis 1 Biblia Latinoamericana -La creación:

1.En el principio, cuando Dios creó los cielos y la tierra,

2.todo era confusión y no había nada en la tierra. Las tinieblas cubrían los abismos mientras el espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas.

3.Dijo Dios: «Haya luz», y hubo luz.

4.Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas.

5.Dios llamó a la luz "Día" y a las tinieblas "Noche". Atardeció y amaneció: fue el día Primero.

La creación es un proceso que tiene lugar con un principio: 'Hágase la luz', y luego separación de: la tierra de los cielos, la tierra de las aguas, la luz de la oscuridad. Es decir, se procede por separación de componentes partiendo del caos primigenio. San Ignacio de Loyola, en su: 'Relato del peregrino', dictado a Luis Gonçalves de Cámara, dijo: 'Una vez se le presentó en el entendimiento con grande alegría espiritual el modo con que Dios había creado el mundo, que le parecía ver una cosa blanca, de la cual salían muchos rayos, y que de ella hacía Dios lumbre'. ('El relato del peregrino'; Ed Labor, 1973, Cap. III, pág. 40, ISBN 84-335-9807-4)

Véase también

Referencias

  1. Ridpath, Ian (2012). A Dictionary of Astronomy. Oxford University Press. 
  2. Woolfson, Michael Mark (1979). «Cosmogony Today». Quarterly Journal of the Royal Astronomical Society 20 (2): 97-114. Bibcode:1979QJRAS..20...97W. 
  3. Staff. «γίγνομαι – come into a new state of being». Tufts University. Consultado el 17 de septiembre de 2014. 

Bibliografía

  • Rouvière, Jean-Marc: Brèves méditations sur la création du monde. París: L’Harmattan, 2006.
  • Soler Gil, Francisco José (ed.) (2005). Dios y las cosmologías modernas. BAC. ISBN 978-84-7914-795-2. 

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