Cesión mexicana

Cesión mexicana

Antiguos territorios mexicanos dentro de los Estados Unidos. Los territorios de la Cesión mexicana aparecen en blanco, mientras que la Compra de Gadsden se muestra en marrón
Localización
Lugar Actual suroeste de Estados Unidos
Datos generales
Tipo tratado bilateral y cesión
Causa Intervención estadounidense en México
Participantes Estados Unidos - México
Desenlace
Resultado Tratado de Guadalupe Hidalgo
Propuestas para fijar la frontera mexicano-estadounidense entre 1845 y 1848.

La cesión mexicana hace referencia a la anexión forzada de territorios ubicados en la región del suroeste de Estados Unidos, los cuales formaban parte integral de México, país que fue despojado del 55 % de su territorio nacional por los Estados Unidos de América, tras una invasión militar y la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo en 1848.[1]

El Tratado de Límites de 12 de enero de 1828 entre México y Estados Unidos, también conocido como el Tratado de Límites de 1828, reconoció la frontera establecida por el Tratado Adams-Onís (1819) entre los Estados Unidos y Nueva España, ahora acordada oficialmente con México como nación independiente durante la Primera República Federal.

Esta extensa zona fue anexionada por los Estados Unidos mediante el Tratado de Guadalupe Hidalgo, como consecuencia directa de la Intervención estadounidense en México. La firma del tratado, que tuvo lugar el 2 de febrero de 1848 en la población del mismo nombre, puso fin a la invasión militar del país entre 1846 y 1848. La cesión de estos territorios fue impuesta como condición para la retirada de las tropas estadounidenses, que habían ocupado la Ciudad de México. Como parte del acuerdo, los Estados Unidos pagaron a México 15 millones de dólares como supuesta indemnización, una suma que representaba apenas la mitad de lo que habían ofrecido previamente para comprar ese territorio antes del conflicto.

El Tratado de Guadalupe Hidalgo representa el acontecimiento más importante ocurrido en América del norte en el siglo XIX.[2]​ En efecto, antes de las pérdidas territoriales sufridas a mediados del siglo XIX, México contaba con casi el doble de su extensión actual, lo que significa que perdió cerca del 55 % de su territorio, es decir, algo más de la mitad de su superficie soberana original. La tierra traspasada a los Estados Unidos equivale, en la actualidad, a más del 100 % del territorio mexicano. Para los Estados Unidos de América, la cesión mexicana representó un incremento aproximado del 15 % de su territorio actual, mientras que la anexión de Texas supuso más de un 10 % adicional. En el transcurso de una sola década, Estados Unidos creció en casi una cuarta parte de su extensión territorial previa al conflicto. En conjunto, la incorporación de Texas y los territorios cedidos por México equivalen a más de una quinta parte del territorio actual de los Estados Unidos.[3][4]

Escultura de Fray Junípero Serra. El virreinato de Nueva España construyó una red de misiones para incorporar las poblaciones indígenas desde el siglo XVII.

Desde principios del siglo XVII, el Imperio Español estableció una cadena de misiones españolas en Texas, presidios y asentamientos en la región septentrional del Virreinato de Nueva España, especialmente a lo largo del río Bravo, desde El Paso hasta Santa Fe, entonces capital virreinal y actual capital del estado de Nuevo México. Al mismo tiempo, los misioneros extendieron su labor en la región del río Colorado y, a partir del siglo XVIII, España construyó una red de misiones y fortalezas en Alta California, desde San Diego hasta San Francisco.

Este último esfuerzo fue dirigido principalmente por el fraile español Junípero Serra, figura central en la expansión religiosa y colonial española en la región. Bajo su liderazgo, la orden franciscana fundó las primeras nueve misiones en Alta California a partir de 1769, sentando las bases de muchas ciudades actuales.

Estas regiones, habitadas originalmente por diversos pueblos indígenas como los navajos, pueblos, comanches, apaches, yumas, hopis, pimas o seris, fueron progresivamente incorporadas a la estructura colonial española y, más tarde, al Estado mexicano tras la independencia. La soberanía mexicana sobre estas comunidades y territorios fue reconocida con la fundación del país en 1821.

En 1803, los Estados Unidos de América compraron la Luisiana a Napoleón Bonaparte por 15 millones de dólares, obteniendo un territorio similar en tamaño a la suma de Texas y la cesión mexicana. En 1808 se produjo la invasión napoleónica de la península ibérica, y el Imperio español entró en una profunda crisis política que desencadenó una serie de movimientos independentistas y, con ellos, el progresivo desmembramiento de la España americana. Este territorio había formado parte del Imperio español durante tres siglos. Estas rebeliones fueron alentadas o respaldadas por potencias rivales como Gran Bretaña o los propios Estados Unidos.

En 1821 se consumó la independencia de México, heredero del Virreinato de Nueva España, que incluía las llamadas Provincias Internas, un amplio conjunto de territorios fronterizos en el norte como Texas, Nuevo México o California organizados con cierta autonomía para enfrentar las resistencias indígenas y las amenazas externas. Entre 1821 y 1848, gran parte de esta vasta región que más tarde sería conocida como la «Cesión mexicana» formaba parte del territorio soberano de México, representando aproximadamente el 55 % de su superficie nacional. Esta extensa zona fue finalmente anexionada por los Estados Unidos de América tras su victoria en la invasión estadounidense (1846–1848), proceso que se formalizó mediante la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo.

La región incluye la totalidad de los actuales estados de California, Nevada, y Utah, así como partes de:[5]

La tierra de la «Cesión Mexicana» fue una posesión no organizada de los Estados Unidos hasta que su Congreso estableció, el 9 de septiembre de 1850, las siguientes tres entidades sucesoras:

  • con la parte occidental, se creó el estado de California.
  • con la parte noreste, se creó el Territorio de Utah, con la adición de algunas tierras de la Anexión de Texas. Esta incluyó el actual estado de Utah, la mayor parte de Nevada, la parte de Colorado, y parte de Wyoming.
  • con la parte del sudeste, se creó el Territorio de Nuevo México, con la adición de alguna tierra de la Anexión de Texas. Este Nuevo México de nuestros días incluido, Arizona y una parte de Nevada, sería ampliado más tarde hacia el sur por la Compra de Gadsden realizada en 1853.

El tratado también especificó el río Grande (río Bravo del Norte) como la frontera mexicana en Texas. Anteriormente, parte de Texas entre el río Nueces y río Grande había sido disputada durante toda la existencia de la República de Texas. Los Estados Unidos ya habían reclamado el área como parte de la Anexión de Texas en 1845.

Notas

  1. Los territorios correspondientes a los siguientes condados: Moffat, Routt, Río Blanco, Garfield, Eagle, Mesa, Pitkin, Delta, Gunnison, Montrose, Ouray, Hinsdale, San Miguel, Dolores, San Juan, Montezuma, La Plata, Mineral, Archuleta, Río Grande, Conejos, Huérfano, Costilla, Las Ánimas y Baca
  2. Los territorios correspondientes a los siguientes condados: Lincoln, Uinta, Sweetwater y Carbón
  3. Los territorios correspondientes a los siguientes condados: KansasMorton, Stevens, Meade y Seward; OklahomaCimarrón, Texas y Beaver;

Véase también

Referencias

  1. De Alfredo Jiménez Núñez (2006). El gran norte de México una frontera imperial en la Nueva España (1540-1820). 
  2. El poder y la sangre guerra, estado y nación en la década de 1860. El Colegio de México, Centro de Estudios Históricos. 2014. «Tratado Guadalupe- Hidalgo, el 2 de febrero de 1848, fue el acontecimiento más importante del subcontinente norteamericano en el siglo XIX. Mediante dicho tratado, México cedió a Estados Unidos un territorio vastísimo». 
  3. «Tratado de Guadalupe Hidalgo». 
  4. «Treaty of Guadalupe Hidalgo (1848)». National Archives (en inglés). Consultado el 29 de noviembre de 2023. 
  5. Weber, David J. (1992). «¡Viva la independencia!». La frontera norte de México, 1821-1846 (Primera edición). España: MAPFRE. p. 35. ISBN 84-7100-586-7. Consultado el 29 de noviembre de 2024.