Capilla del Carmen (Padriñán)

Capilla del Carmen
Autor anónimo
Creación siglos xv-xvi
Ubicación Iglesia de San Ginés de Padriñán, Sangenjo, Pontevedra (Galicia, España)
Estilo renacentista
Material granito

La Capilla del Carmen es una obra anónima realizada entre los siglos xv y xvi. Está ubicada en la Iglesia de San Ginés de Padriñán, en Sangenjo, Pontevedra (Galicia, España).

Historia

San Sebastián

De la feligresía de San Ginés de Padriñán existen datos desde al menos el siglo x,[1]​ si bien el templo actual se corresponde con una reconstrucción acometida en el siglo xvi; de acuerdo con la información aportada por Francisco Varela Sarmiento, cura de Sangenjo en 1702, el inicio de dicha reforma tuvo lugar en 1514, año en que el abad Gonzalo de Saavedra costeó la capilla mayor, finalizando las obras al parecer en 1519.[2]: 10  Respecto a la Capilla del Carmen, la primera referencia conservada data de 1607, año en que el cardenal Jerónimo del Hoyo visitó la iglesia, y en ella consta que el espacio se hallaba bajo la advocación de San Sebastián:

Hay en esta feligresía 90 feligreses, los frutos se dividen en dos partes: la una y todo el iglesario y el diezmo del pescado lo lleva la cura que valdrá 21 cargas de pan y 200 reales, y tres pipas de vino; la otra es sin-cura, y es presentación con la cura del monasterio de San Juan de Poio. La fábrica tiene de renta 6 celemines de centeno y uno de mijo y la quinta parte de una viña; hay en esta Yglesia una sacristía en la cual hay un altar con obligación de una misa cada semana y cuatro el día de Na Sra de la O, tres rezadas y una cantada, hay así mismo otro altar de San Sebastián en el cual se dicen dos misas el día de la advocación.[2]: 19 

El motivo de dedicar este espacio a San Sebastián tiene su origen en la epidemia de peste negra que en 1515 asoló Pontevedra, constando en la Tabla de Ceremonias del ayuntamiento de la capital la existencia de un voto al mártir. En 1567 la peste bubónica haría estragos por segunda vez; en esta ocasión entró por El Grove, desde donde se extendió por toda Galicia. Hay datos de su presencia en Pontevedra para 1570 a causa de un pleito originado en Lourizán, parroquia que mostró abiertamente su rechazo a admitir el acceso de ciudadanos que, huyendo de la capital por temor a infectarse, buscaban refugio en la zona. Esta circunstancia se repitió el 6 de junio de 1574, fecha en que varios municipios se negaron a acoger en Lérez a miembros de la familia Sarmiento de Redondela, parientes del juez Antonio Sarmiento, lo que desataría un pleito de gran magnitud en el que la Real Audiencia de Galicia se vio obligada a intervenir. En el periodo 1579-1582 tuvo lugar un tercer contagio, aunque el más mortífero de todos llegaría en 1598.[3]​ Los desastrosos efectos de la peste bubónica en tierras pontevedresas dejarían testimonio, entre otros, en el voto a San Sebastián, en la dedicación al mártir de la capilla colateral de la epístola de la Iglesia de San Ginés, y, sobre todo, en un baldaquino pétreo cuyos restos se conservan en la Iglesia de San Pedro de Bordones.[4]​   

De la capilla no volverá a haber noticias hasta 1624, año en que consta que «mando asmmo que se quiten lastres ymagines de san Po y sanpablo y la del sepoñ nro G. Y las dos de arriba porestar yndecenntemente enlacustodia. que son dos cajas y por estar todos sin la decencia que pide tangran Santuario= ya demastedos mando seizieseuna caja para el sMo enfrente del cristo y dealsisequiten lasimagenes sino fueren la de san Gines y lade la virgen y las otras las pongan en los altares coletorales loqual cumplan […]». En 1652 figura una manda en virtud de la cual se ordena que «se pinte la custodia del Santísimo por adentro que el altar mayor y el colateral del evangelio se cubran de madera dejando campo descubierto para colocar los corporales. Un frontal de tela para el colateral de la Epístola y píntense las imágenes de San Amaro y Santiago, encájense en madera el ara que está en la capilla y se compre otra para el colateral de la epístola, así como un frontal de seda para la capilla mayor».[2]: 25–31 

Virgen de la O

Baldaquino de San Sebastián (anónimo, siglo xvi). Iglesia de San Pedro de Bordones.

Posteriormente, en fecha desconocida, la capilla cambiaría de advocación para ser puesta bajo el título de Nuestra Señora de la O tal y como consta en la cesión de una sepultura a Domingo Antonio de Ledo por parte de la feligresía a raíz de una donación efectuada el 22 de octubre de 1749:

La sepultura que se halla abajo y caer la cepa y arco de la capilla mayor, a la parte de la epístola que junta con la de los herederos del licenciado D. Faustino Gómez abogado que fue de la R. A. de este tribunal. Y con las dos y esta que se le adjudica a dicho d. Domingo Antonio que llegan por debajo de dicha cepa al altar de Na Sra de la O en lo otro banco y sepultura […].[2]: 126 

La advocación de la Virgen de la O ya era venerada en el templo para finales del siglo xvi, pues de acuerdo con los archivos de 1702: «Gonzalo Pérez de Galdós, vecino de esta villa 16 misas las 12 en cada mes, rezadas y perpetuas cada año; 1 cantada y 3 rezadas el día de Na Sra de la O según su testamento que pasó ante Álvaro Gómez, escribano de la Lanzada en 1598, cumplió con ellas su heredero D. Nicolás Saavedra, y no cumplió su hijo y heredero […]».[2]: 111  Así mismo, este título mariano gozó de gran aceptación entre los fieles tal y como demuestra el gran número de misas dedicadas a la Virgen de la O a lo largo del tiempo:

El licenciado D. Antonio Fernández de Carballa, rector de San Vicente del Grove fundo sobre sus bienes y mayorazgo una misa rezada semanaria, al sábado una cantada y tres rezadas el día de la Expectación del parto en cada año perpetuamente.

Juan González Pantaleón, 7 misas rezadas y una cantada el día de Na Sra de la O sobre la viña tinta de la Barrosa y casas terrenas en la villa, a cargo de Gonzalo da Carballa como heredero y poseedor.

Francisca Gómez, mujer de Baltasar Yáñez fundó una misa anual sobre la viña tinta Das Areeiras el día de Na Sra de la O por su testamento ante Sebastián García, a cargo de Bernarda Yáñez Rey, hija de la fundadora y de Sebastián García Tranchero año de 1692.[2]: 111–115 

En 1719 tuvo lugar un ataque por parte de Gran Bretaña:

Tras el ataque francés por los Pirineos, los británicos mandaron una expedición de castigo a la costa de Galicia. En el mes de septiembre de 1719 una escuadra británica desembarcó en Ribadeo una fuerza de 5000 soldados. Allí permanecieron tan solo cuatro días organizando las columnas de castigo, que se dirigieron a Vigo, Pontevedra y Marín. Destruyeron los astilleros de Vigo y Marín, saquearon las zonas donde estuvieron y permanecieron cuatro semanas en Vigo.[2]: 41 

Dicho ataque supuso, entre otros, el robo de la campana de la iglesia,[nota 1]​ que debió ser sometida en 1720 a una reforma a causa de los desperfectos, tras lo cual se trató sin éxito de poner la capilla bajo la advocación de Nuestra Señora de la Anunciación; no sería hasta aproximadamente la década de 1770 cuando la capilla cambiaría de titular por tercera y última vez, trasladándose la advocación de la Virgen de la O al nicho de la sacristía, levantado en la primera mitad del siglo xvii.[2]: 41, 96 

Virgen del Carmen

Retablo de la Virgen del Carmen (anónimo, c. 1770). Iglesia de San Ginés de Padriñán.

Hacia los años 1770 el regidor Alberto Jacinto de los Reyes hizo dotación de una capellanía bajo el título de la Virgen del Carmen:

[…] por el testamento que hizo D. Alberto Jacinto de Reyes, vecino de la ciudad de Manila capital de Filipinas, otorgado el 9 de Noviembre de 1778 por ante Miguel de Balencia ssno de S. M. é instrucción relativa a aquel en que mandó por patrono de dos misas diarias de a cuatro reales cada una que se han de decir ennesta iglesia y celebrar en el altar del Carmen, cuya imágen que es hermosísima y mando desde allá para poner en el retablo que costeó […] y de la escuela para niños cuya casa construyó […] y dotó renta para el maestro […] y nombró como patrono a D. Francisco Antonio de Reis su sobrino […].[2]: 129 

Reyes nació en 1712 en el seno de una familia humilde de Sangenjo; de espíritu aventurero, emigró a una edad temprana y en Filipinas logró amasar una gran fortuna la cual le permitió enviar importantes donativos en forma de imágenes y alhajas a la Iglesia de San Ginés. Nombrado regidor y alférez de Manila por Real Orden de San Lorenzo de El Escorial el 6 de noviembre de 1753, hacia la década de 1770 costeó el retablo de la Virgen del Carmen así como la imagen titular, con el rostro tallado en marfil al igual que la figura del Niño Jesús que sostenía (ambos de rasgos filipinos), acompañada a su vez de dos coronas de plata sobredorada y un rico guardarropa. A mayores, Reyes envió 9000 reales a la iglesia en 1778 además de donar junto con la Virgen del Carmen una réplica del Santo Niño de Cebú la cual ocupó por un tiempo el retablo mayor, estructura cuyo dorado financió en 1782 con la suma de 1700 reales, amén de otros presentes:[2]: 128 [5]: 1136 

Una lámpara y cuatro arañas de plata, que parece se hallan detenidas en poder de D. Andrés de Losada vecino de Santiago, que las entregará con dichas fianzas. Y el 11 de agosto del año 1771 D. Ygnacio Crestar de Santacruz, cura rector de la villa, al ofertorio de la misa… Llamó a Pedro Martínez fabriquero y le entregó un caliz con su patena y cucharita, un platillo, dos vinajeras y una campanilla, todo de oro pare esta yglesia de San Ginés… cuyas alhajas habían de servir perpetuamente en esta iglesia sin poderse enajenar ni traspasar por motivo alguno que dicho cura dijo haber recibido de D. Andrés de Losada de Sotomayor vecino de Santiago a quién dejo dos recibos por duplicado, autorizado con firma y sello del Ylmo. Sr. d. Bartolomé Rajoy y Losada, arzobispo de Santiago para encargo de dicho D. Andrés de Losada […] en la parroquial iglesia de San Ginés de Padriñán a 4 de diciembre de 1788, yo D. Salvador López Gil cura de Sangenjo habiendo practicado las diligencias necesarias para su recolección, entregué a Clemente Catalán, fabriquero actual, una lampara, dos arañas y seis candeleros de plata, remitidos por D. Alberto Jacinto de los Reyes, bienhechor de esta iglesia, vecino de la ciudad de Manila que se hallaban en poder de D. Andrés de Losada de Sotomayor, vecino de Santiago […].[2]: 128–129 

El 4 de octubre de 1782 visitó la iglesia el canónigo cardenal mayor de Santiago Andrés Sobrino Taboada, donde consta que «se visitaron las dos capillas, esto es la mayor y menor de S. Josè que fundó D. Juan Posse de Faxín, rector que fué de esta, con su capellán D. Rodrigo Peón y D. Juan Francisco Peón con obligación cada uno de dos misas semanales en los dias lunes y viernes, Item: hay una fundación de dos misas diarias que se dicen en el colateral del Carmen, una la celebra D. Nicolás Malvido, vecino de Portonovo y la otra D. Juan Francisco Peón, fue fundador el mismo D. Alberto de los Reis y por cada misa se pagan 4 reales […]».[2]: 47  Tanto la capilla como el retablo y la talla de la Virgen del Carmen corrieron el riesgo de resultar destruidos o de ser víctimas del expolio durante la invasión francesa de 1808 tal y como relató en 1819 un monje del Monasterio de Santa María de Armenteira:

Habiendo entrado los franceses en España el año de 1808 con título de paz, se apoderaron de las plazas fronterizas, de Madrid, de los reyes y personas reales. Vista tan atroz perfidia por los madrileños, se arrojaron sobre ellos el 2 de mayo, e hicieron con ellos gran matanza. Se declaró desde aquel día una guerra desoladora. Avanzaron el año 9 e inundaron casi toda la España. En esta prova todo lo corrieron; solo a este monasterio, a la jurisdicción de Cambados y a la Lanzada no llegaron, pero se extendieron por otras provas hasta que el año de 13 los echaron de toda la península.[2]: 48–49 
Santo Niño de Cebú (anónimo, siglo xvi). Basílica del Santo Niño de Cebú.

Nuevamente tanto la capilla como el retablo corrieron peligro debido a un fuerte temporal acaecido el 13 de diciembre de 1870 el cual dejó gravemente afectada la cubierta de la iglesia, si bien las obras de reparación no serían acometidas hasta 1872, previo apercibimiento por parte de los vecinos a las autoridades gubernamentales.[2]: 60  En 1871 se realizó un exhaustivo inventario gracias al cual se puede conocer cómo era la distribución del templo:

Siete altares, dos habilitados para el culto. El mayor con crucifijo, en el centro San Ginés, encima del sagrario Niño Jesús de marfil, derecha San Juan Bautista e izquierda San Antonio de Pádua. Retablo de la Santísima Virgen del Rosario. Que trae la imagen de esta, arriba Santa Rosalía de Palermo, y a la derecha San Roque. Altar de San José (recientemente pintado) Niño Jesús, izquierda San José, derecha Purísima Concepción. Retablo de la Virgen del Carmen: Arriba San José, derecha San Blas e izquierda Santa Lucía. Altar de San Benito, frente al altar de San José: en el centro la imagen de San Benito Abad, derecha santo Domingo de Guzmán e Izquierda Virgen de la Candelaria.[2]: 59 

En este mismo inventario se informa que los vestidos de la Virgen del Carmen, al igual que los de otras imágenes, no se guardaban en el templo sino en la casa de una feligresa:

[…] en poder de Da Apolinar Rodríguez estaban los de la Virgen del Rosario, los del Carmen los tenía Da Vicenta Martínez, y los de los Dolores y Sta Rosalia el camarero D. Vicente Ferrer Sueiro.[6]

Un nuevo inventario en 1891 permite apreciar que en los veinte años transcurridos no se produjeron cambios en la distribución ni de los altares ni de las imágenes:

Siete altares, dos de ellos habilitados para el culto. Mayor crucifijo, San Ginés¸encima del sagrario Niño Jesús de marfil; derecha San Juan Bautista; izquierda San Antonio de Pádua. Altar de la Santísima Virgen del Rosario: que tiene la imagen de ésta (de Vestir) arriba Santa Rosalía de Palermo; a la derecha San Roque. Altar de San José: recientemente pintado Niño Jesús, izquierda San José, derecha Purísima Concepción. Altar de Na Sra del Carmen. Virgen del Carmen, de vestir y de marfil, con coronas de oro, es una imagen preciosísima; superior San José; derecha San Blas; izquierda Santa Lucía (de vestir). Altar de San Benito frente al de San José: en el centro imagen de San Benito Abad; derecha Santo Domingo de Guzmán, e izquierda la Virgen de la Candelaria (antigua titular). Dos coronas de oro de la Virgen del Carmen y del Niño Jesús, y un rosario de oro de la Virgen del Carmen. Portaviático de plata sobredorada.[2]: 63 

En 1936 Manuel Pérez Rajoán redacta un inventario con destino al boletín del obispado en el que se citan los mismos altares aunque se mencionan nuevas imágenes y cambios de distribución con respecto a los inventarios de 1871 y 1891:[nota 2]

Altar mayor: de madera, en parte dorado y de estilo barroco, su maestro de obras no consta. El Calvario, San Ginés, San Juan Bautista y San Antonio. Rosario: Estilo barroco, dorado. Na Sra del Rosario de vestir, Santa Lucía y San Roque. Na Sra del Carmen: Estilo barroco, imagen de vestir de Na Sra del Carmen Santa Teresita y Santa Rita. San José: retablo de madera dorado y barroco, patrono D. Juan López Pérez. Tallas de San José, la Virgen y el Niño Dios. San Benito: Retablo de madera dorado y barroco, imágenes de San Benito, Santo Domingo y la Virgen de las Candelas. Y una Virgen del Rosario pequeñita.[2]: 68 

En 1938 se llevaron a cabo importantes labores en el templo consistentes en «descubrir la cantería de la Iglesia, cubierta por una gruesa capa de cal, abrir una ventana en la nave, descubrir el arco de la puerta lateral, limpieza de la bóveda de madera y arcos, arreglo de la tarima de San Benito, reparación completa de la capilla de San José, abrir una ventana y lavado y barnizado del retablo, además del lavado y barnizado del altar mayor y colaterales. Importando toda la obra la cantidad de 1078 pts, con 5 céntimos». En 1950 la talla de marfil de la Virgen del Carmen fue reemplazada por la imagen actual, de talla completa regalada por Gumersinda Pita de Santiago; en consecuencia, la imagen primitiva, similar a nivel estilístico a la talla de la Virgen del Pilar venerada en la Catedral de Imus,[nota 3]​ fue conducida a la cercana Parroquia de San Ginés, donde permanece guardada fuera de la vista del público junto con la talla del Santo Niño de Cebú. Al igual que en 1870, en 1973 el retablo corrió riesgo de sufrir desperfectos a raíz del desplome de una parte del tejado producto de un fuerte temporal, llevándose a cabo décadas después, en 2004, extensas reformas en el templo, tales como sustitución del pavimento y del tejado así como saneamiento de los muros y de los retablos por parte de la empresa Atlas, todo ello con un coste total de 149 586,16 euros.[2]: 69–77, 96–97 

Descripción

Capilla

La capilla se erige como una obra reducida a la unión de dos muros de mampostería de piedra, el oriental del siglo xvi y el sur de fecha anterior (probablemente del siglo xv), entre dos arcos ojivales sin ninguna clase de ornamento más allá de un altar de sencilla labra situado frente a un muro bajo sobre el que se halla dispuesto el retablo. Su simplicidad contrasta con el aderezo de la vecina Capilla del Rosario, la cual cuenta con un arcosolio ricamente decorado cuyos ornamentos se repiten en la Capilla de la Purificación, sita en la iglesia, así como en dos casas ubicadas respectivamente en Padriñán y Portonovo, si bien este arco se encuentra actualmente cubierto en su totalidad por un retablo.[2]: 2, 97 

Retablo

Predela del retablo de la Virgen del Carmen (anónimo, c. 1770). Iglesia de San Ginés de Padriñán.

El retablo, de estilo barroco y planta quebrada, se compone de un cuerpo de una calle con predela y ático. La predela, cubierta al igual que el resto de la pieza con motivos en relieve de corte vegetal, presenta en los extremos del panel central unos netos decorados con rocalla y en los laterales decoración de candelieri, hallándose el panel central presidido por un relieve de las ánimas del Purgatorio en alusión al papel de la Virgen del Carmen como intercesora por la salvación de las almas. En lo tocante al cuerpo, este alberga una hornacina abocinada de medio punto la cual presenta en los laterales y el intradós una sucesión de relieves vegetales similares a los de la predela, con el intradós dividido en cinco secciones. Los laterales del nicho se ornamentan con pilastras rematas con salientes en forma de nacela a la altura de las impostas; junto a las pilastras se yerguen unos prominentes estípites los cuales se apoyan en los netos que cercan el panel central de la predela, mientras que en la clave del nicho destaca un sencillo panel el cual sirve de fondo a un ornamento de rocalla. En los laterales del cuerpo destacan dos paneles decorados con motivos de candelieri cercados por pilastras ornamentadas con rocalla, todo lo cual funge de soporte de la cornisa que sustenta el ático, seccionada por ser la planta quebrada. El ático se decora en el centro con un nicho en arco carpanel partido y coronado por un voluminoso motivo de rocalla similar a una cornucopia, el cual se erige sobre un sencillo arco de medio punto a modo de remate del conjunto. Por su parte, los extremos se decoran con motivos de idéntico corte a los del cuerpo y la predela, dando las curvaturas de los extremos la forma semicircular que caracteriza a esta sección del retablo, en el que se pueden apreciar tonalidades verdes bajo el intenso dorado de los relieves. Todas estas características responden al estilo predominante en la segunda mitad del siglo xviii y permiten atribuir su factura al mismo artista que talló el retablo de la Virgen del Rosario, con el cual forma pareja al fungir ambos como retablos colaterales.[2]: 99 

Imaginería

Virgen del Carmen (anónimo, 1950). Iglesia de San Ginés de Padriñán.
Virgen del Pilar (anónimo, siglo xvii). Catedral de Imus.

En lo tocante a la imaginería, ninguna de las tallas hoy presentes en la estructura es original. La imagen de la Virgen del Carmen, que por sus características podría haber sido facturada por el mismo taller compostelano que en 1939 elaboró la talla de la Virgen del Rosario que preside el retablo homónimo, muestra a María de pie sobre una nube ubicada en una peana octogonal marmoleada. En su mano derecha, con el brazo extendido hacia el frente, sujeta el escapulario de la Orden de los Carmelitas como si tratase de entregárselo a los fieles, mientras con el brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús, quien en su mano izquierda porta otro escapulario. La Virgen luce el hábito carmelita, compuesto por túnica y escapulario marrón con cenefa dorada, manto blanco ribeteado con filigranas doradas, velo blanco y sandalias, mientras que la figura del infante, dotada de la mezcla de robustez y estilización propia de la imaginería del siglo xx, luce una sencilla túnica en color verde agua con ribete dorado en falda, mangas y cuello. Respecto a las alhajas, la Virgen luce una corona dorada mientras que el Niño Jesús exhibe una aureola ornamentada con tres potencias.[nota 4]​ En lo tocante a la imagen del ático, esta consiste en una figura de Santa Teresa de Lisieux la cual, facturada probablemente por los talleres de Olot, se corresponde con la mencionada en el inventario de 1936 y fue emplazada aquí tal vez por tratarse de una monja carmelita; viste el hábito de la orden y porta los dos elementos característicos de su iconografía: flores y un crucifijo. Respecto a la imagen de Santa Lucía que antaño decoró el retablo, esta, de candelero y muy deteriorada, se halla actualmente en el nicho de la sacristía junto a otras imágenes retiradas del culto; fechada en el siglo xviii, la misma podría haber sido facturada por José Bernardo Malbares, pues en las cuentas de 1782 figura que este escultor cobró 1028 reales por distintas tallas, las cuales no se concretan. En lo que atañe a la imagen de Santa Rita, esta se venera hoy día en el retablo de la Virgen del Rosario junto a una imagen de la Virgen del Perpetuo Socorro, regalada por Josefina Posse González el mismo año en que Pita de Santiago obsequió la talla de la Virgen del Carmen. Cabe destacar que hasta hace pocos años recibió culto en esta capilla, aunque sin formar parte del retablo, una imagen de San Blas del siglo xvii y factura popular, hoy emplazada en el retablo mayor.[2]: 74, 95–97 

Legado

La Capilla del Carmen destaca por su antigüedad y por constituir, junto al resto del templo, un ejemplo poco común dentro del arte renacentista en tierras sangenjinas. Actualmente goza de gran veneración entre los fieles por tratarse de una advocación vinculada desde antiguo al mar, contando con una fiesta en septiembre en la que se procede la noche del día 4 al inicio de un desfile nocturno para trasladar la imagen de la Virgen del Carmen, la cual realiza una procesión marítima por la ría de Pontevedra el día 5 a bordo de la embarcación pesquera Playa de Sanxenxo.[7][8]​ Respecto a la primitiva imagen, esta constituye, junto con la talla del Santo Niño de Cebú, uno de los pocos ejemplares de imaginería religiosa filipina conservados en tierras gallegas junto con, entre otros, el Cristo crucificado del Museo Diocesano y Catedralicio de Lugo,[9]​ el Cristo crucificado del Museo Catedralicio de Orense,[10]​ y la Virgen de los Remedios de Tourón.[11]

Notas

  1. En los archivos parroquiales figura que «el Inglés se llevó la campana».
  2. Estos dos inventarios también fueron remitidos al obispado.
  3. El historiador José Manuel Abel Expósito la identificó incorrectamente como «Na Señora del Carmen».
  4. Existen en las cercanías otras imágenes de idéntica advocación, como la talla que preside la Capilla del Carmen de Baltar y la imagen venerada en la Capilla de Santa Catalina de Portonovo (de calidad superior), aparte de estar esta advocación muy presente en los cementerios de Sangenjo y Portonovo.

Referencias

  1. Abel Expósito, José Manuel. «SAN GINÉS DE PADRIÑAN, Notas Históricas». sanginesdesanxenxo.com. 
  2. a b c d e f g h i j k l m n ñ o p q r s t Abel Expósito, José Manuel (2015). Parroquia de San Ginés de Padriñán, ed. La Iglesia de San Ginés de Padriñan. 500 años de historia. 
  3. Pereira Fernández, Xosé Manuel (27 de marzo de 2020). «La peste en Pontevedra (I)». Diario de Pontevedra. 
  4. Gago, Marcos (5 de septiembre de 2021). «La peste se exhibe en piedra en Bordóns, en Sanxenxo». La Voz de Galicia. 
  5. Alcántara, Manuel; García Montero, Mercedes; Sánchez López, Francisco (2018). Universidad de Salamanca, ed. Historia y Patrimonio Cultural: Memoria del 56.º Congreso Internacional de Americanistas. ISBN 9788490129272. 
  6. Abel Expósito, José Manuel. «Sta. Mdr. María Dolorsa». sanginesdesanxenxo.com. 
  7. «Festas Sanxenxo - Santa Rosalía, O Carme e San Xenxo (2025)». paxinasgalegas.es. 
  8. «Procesión exprés en Sanxenxo por la virgen de Carmen». La Voz de Galicia. 6 de septiembre de 2020. 
  9. «Fieles de A Ulloa recrearán la Pasión en un nuevo acto de la Semana Santa». El Progreso. 5 de abril de 2019. 
  10. Escobar Hervás, Ramón (24 de abril de 2018). «La Catedral de Orense.Parte (II).El interior.Capillas y Museo». maravillasdeespana. 
  11. Hermida, María (17 de febrero de 2019). «La historia de la virgen que vive en un baúl». La Voz de Galicia.