Alquiler turístico

El alquiler turístico (también denominado alquiler vacacional o de corta estancia) es una modalidad de arrendamiento de viviendas amuebladas ofrecidas por períodos breves, generalmente inferiores a un mes, a personas viajeras sin establecer residencia habitual. Suele presentarse como alternativa a los hoteles y se gestiona tanto por propietarios privados como por intermediarios profesionales a través de plataformas digitales como Airbnb, Booking.com o Vrbo.[1]

Su expansión ha generado efectos positivos sobre la economía local, como el impulso al turismo y la diversificación de la oferta de alojamiento.[2]​ Sin embargo, también ha sido objeto de críticas cuando su proliferación en zonas urbanas provoca gentrificación, presión en el mercado de alquiler residencial y tensiones comunitarias.[2][3]

La regulación de esta actividad varía notablemente entre países y municipios, incluyendo requisitos como licencias, límites de días de ocupación, zonas autorizadas, tasas turísticas o inscripción en registros oficiales.[4]

Referencias

  1. «Short-stay renting». Hillingdon Times (en inglés). 30 de octubre de 2003. Consultado el 8 de junio de 2025. 
  2. a b MDPI, Urban Science, ed. (11 de julio de 2024). «The Impact of Short-Term Rental Accommodation in Urban Tourism». Consultado el 8 de junio de 2025. 
  3. URBACT (ed.). «Short‑Term Rental (STR) appear on the market as a social innovation… troubling issues for cities». Consultado el 8 de junio de 2025. 
  4. LightBox, ed. (18 de septiembre de 2024). «Short‑Term Rentals: A Growing Target for City Zoning Laws». Consultado el 8 de junio de 2025.