Acción Gallega
Acción Gallega, también Acción Galega, fue el nombre de uno de los movimientos agrarios y anticaciquiles más importantes de España en el siglo XX . De carácter decididamente antiforal y redencionista, en su primera formulación constituyó la variante del Partido Republicano Radical con respecto al agrarismo gallego.
Inicios

Sus orígenes se remontan al convulso año 1909 en España. En aquel año, se reunían día tras día un grupo de políticos, intelectuales y periodistas gallegos afincados en Madrid : Basilio Álvarez, Alfredo Vicenti, Manuel Portela Valladares, Enrique Peinador, Luis Antón del Olmet, Prudencio Canitrot, Alfonso Alcalá Martín, Ricardo Vilariño, Rafael Carvajal, Cánovas Cervantes, Eloy Páramo, etc. El tema constante de discusión fueron las luchas agrarias en Galicia; en concreto la liberación del campesino y, en general, de la región. El 15 de enero de 1910, el movimiento dio su primera señal pública de existencia, con la aparición de la revista Acción Gallega, subtitulada Revista Quincenal. Defensora de los intereses regionales, en la que quedó claramente reflejado el estilo inconfundible de Basilio Álvarez. Además de esta campaña periodística, también se inició un programa de concentraciones y acciones de diversa índole. Acción Gallega se vinculó con las sociedades campesinas de Ribadeo, Riotorto, A Fonsagrada o Becerreá.[1]
Actividades
El programa de reuniones de Acción Gallega comenzó en tierras de Meira y fueron Basilio Álvarez, Prudencio Canitrot, Cánovas Cervantes y Rafael Carvajal, los principales ponentes. Las elecciones de diputados a las Cortes españolas de 1910 les permitieron participar en la campaña presentando activamente tres candidatos: Rafael Carvajal, por el distrito de Mondoñedo ; Alfredo Vicenti, por el de Becerreá, y Manuel Portela Valladares, por el deFonsagrada. El éxito fue rotundo en el caso de Portela Valladares y solo los subterfugios de los caciques impidieron el triunfo de Vicenti o Carvajal. Acción Gallega tuvo, de esta manera, un diputado en las Cortes. En esta primera etapa, se pretendía unificar el agrarismo gallego, escindido en diferentes frentes (solidaristas, antiforestales, sindicalistas, etc.). De este intento, en el mismo año 1910, nació el primer esbozo de un partido agrario en Galicia, que precipitó la Liga Agrario-Redencionista, que obtuvo un fracaso sonado. Acción Gallega, integrada por políticos de gran prestigio público en Madrid, no fue en esta primera formulación más que el eco que reforzó, con la publicidad de los grandes periódicos, la importancia de la campaña agraria. Tras el fracaso de la Liga, incluso la revista Acción Gallega desapareció.
En 1911, una serie de acontecimientos radicalizaron el movimiento, convirtiéndose en la encarnación y consecuencia de la biografía de Basilio Álvarez. Álvarez era entonces abad de la parroquia de Beiro, cerca de la capital, Orense. Dos hechos casi simultáneos lo condujeron a este lugar, con fuertes vínculos campesinos y una clara inclinación hacia el socialismo: su dimisión como director de El Debate, periódico católico, y el asesinato del párroco de Beiro. El obispo de Orense pensó entonces en Álvarez, hombre de prestigio en la ciudad de Las Burgas para esta difícil parroquia. Gracias a este traslado, el nuevo párroco de Beiro pudo contactar con el grupo de Acción Gallega, destacado en Madrid. Tras esto vinieron los años de mayor auge del movimiento, 1912-1913, que finalizaron bien entrado el año 1914.
En agosto de 1912, apareció el "Manifiesto de Ourense", donde la Liga de Acción Gallega se comprometía a una campaña de mítines, de carácter agrario y social, para recoger las aspiraciones del campesinado y hacerlas llegar al Gobierno. El programa de mítines, de una radicalidad verbal sin precedentes en tierras gallegas, comenzó en Carballino, para continuar por Ribadavia, Gondomar, Orense, Bande, La Estrada, etc. Las tierras de Pontevedra y Orense, en su mayoría, percibieron ese tono, abiertamente rebelde e incluso revolucionario, de los portavoces de Acción Gallega, y especialmente de Álvarez, lo que hizo temer en Madrid la posibilidad de un estallido revolucionario en Galicia. Poetas como Ramón Cabanillas y Noriega Varela escribieron versos, en gallego, de las imágenes de Basilio Álvarez, cantando la inminente revolución.
Inicialmente, la revista Acción Galega fue la voz de este movimiento agrario radicalizado. Sin embargo, debido a dificultades, durante el período más difícil de la campaña, Acción Gallega contó con un periódico, El Heraldo Gallego, publicado en Orense. La repercusión que tuvo el movimiento en Galicia es difícil de calibrar. Algunos periódicos, aunque excepcionalmente, se abrieron a la propaganda: Heraldo de Vigo y Galicia Nueva de Villagarcía, por ejemplo. Pero la actitud habitual era de negación absoluta ante el radicalismo del movimiento, que no respetaba representaciones ni poderes, y sumió a zonas enteras en la agitación más expresiva. Debido a esta importancia, y al prestigio de Basilio Álvarez en los círculos de prensa madrileños, la campaña de Acción Gallega alcanzó una resonancia extraordinaria en toda España.[2]
Final
El movimiento, centrado en la lucha contra los caciques, con una ideología de clara inspiración regeneracionista y antiforismo redencionista, se sustentó en el fuego y la gallardía de Basilio Álvarez y su grupo incondicional de amigos en sus inicios.
La descomposición de este bloque fue consecuencia de las primeras persecuciones. Desde 1913 las garantías constitucionales no salvaguardaron a los hombres de Acción Gallega. En 1914 el movimiento se vio envuelto en casos de agitación y terrorismo . El enfrentamiento de Basilio Álvarez con las autoridades orensanas y el obispo Ilundáin provocó que se le retiraran las licencias sacerdotales y que El Heraldo Gallego y su director, Manuel Lustres Rivas, cayeran bajo el peso de las denuncias y los constantes procesos judiciales. Además de estas pérdidas, hubo otras significativas salidas de importantes miembros del movimiento. Primero, hombres como Portela Valladares y Alfredo Vicenti lo abandonaron, porque creían que Basilio Álvarez seguía un camino muy peligroso. Más tarde, el núcleo orensano también se separó con la salida de López Aydillo, primero, y del propio Lustres Rivas, después.
La lucha del agrarismo gallego, extraordinariamente radicalizada desde 1914, nunca volvió a tener tanta resonancia como el movimiento de Acción Gallega en estos pocos años, aunque los principios de este movimiento más los de Basilio Álvarez pervivieron en las sociedades agrarias posteriores.
Himno
Acción Gallega utilizó como himno oficial un poema de Ramón Cabanillas, escrito en 1910.
Referencias
- ↑ Miguel Cabo Villaverde (2013). Acción Gallega: populismo agrario y cambio político en la Galicia de la Restauración, 1912-1915 (6). Segle XX: revista catalana d'història. pp. 113-131. ISSN 1889-1152.
- ↑ Miguel Cabo Villaverde (1999). A Integración política do pequeno campesiñado: o caso galego no marco europeo, 1890-1939. Universidad de Santiago de Compostela (tesis doctoral).
Bibliografía
- Cabo Villaverde, Miguel (1998). O agrarismo. Vigo: A Nosa Terra. ISBN 84-89976-28-7.
- Cabo Villaverde, Miguel (2013). «Acción Gallega: populismo agrario y cambio político en la Galicia de la Restauración, 1912-1915». Revista Catalana d'història.
- Durán, J. A. (1977). Agrarismo y movilización campesina en el país gallego (1875-1912). Madrid: Siglo XXI. ISBN 84-323-0244-9.