Golpe de Estado del 18 de fructidor del año V
| Golpe de Estado del 18 de fructidor del año V | ||
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![]() Actuando en favor de los dirigentes del golpe, el general Pierre Augereau irrumpió en el Palacio de las Tullerías para detener a Charles Pichegru y a otros acusados de conspirar una contrarrevolución. | ||
| Contexto del acontecimiento | ||
| Fecha | 4 de septiembre de 1797 | |
| Sitio | París, Francia | |
| Impulsores | Directorio con apoyo del ejército francés | |
| Motivos | Mayoría monárquica en el Consejo de los Quinientos y el Consejo de Ancianos | |
| Influencias ideológicas de los impulsores | Republicanismo | |
| Gobierno previo | ||
| Forma de gobierno | Directorio Ejecutivo | |
| Gobierno resultante | ||
| Forma de gobierno | Directorio Ejecutivo | |
El golpe de Estado del 18 de fructidor del año V (4 de septiembre de 1797), a menudo citado simplemente como el 18 de Fructidor, fue un golpe de Estado ejecutado por el Directorio utilizando al ejército contra los conservadores y monárquicos, mayoritarios en el Consejo de los Quinientos y en el Consejo de Ancianos. Este golpe de Estado dio inicio a la segunda etapa del régimen del Directorio —el llamado «Segundo Directorio»—, último período de la Revolución francesa (que acabaría en noviembre de 1799 con otro golpe: el golpe de Estado del 18 de brumario, que llevó al poder al «ciudadano Bonaparte»).
Génesis del golpe
En el mismo mes de abril de 1797 en el que el general Bonaparte, tras su exitosa campaña de Italia, concertó con los austríacos la Paz de Leoben, se celebraron en Francia las primeras elecciones para la renovación de un tercio de los miembros de los Consejos legislativos (el Consejo de los Ancianos y el Consejo de los Quinientos). En las asambleas electorales los candidatos gubernamentales y los antiguos miembros de la Convención fueron derrotados y en su lugar resultaron elegidos los candidatos conservadores, buena parte de ellos monárquicos encuadrados en el Instituto Filantrópico organizado por el exdiputado de la Asamblea Nacional Constituyente Antoine Balthazar Joseph d'André. Desde diversos sectores ya se venía advirtiendo que entre los propietarios —los únicos que tenían derecho al voto, según lo establecido en la Constitución francesa de 1795 que había restaurado el sufragio censitario— había crecido la oposición al Directorio y el apoyo a la alternativa monárquica (o a una revisión de la Constitución republicana de 1795 en un sentido conservador). Desde finales de 1794 estos políticos conservadores se venían reuniendo en casa de uno de ellos en la Rue de Clichy, de ahí que fueran conocidos como el «Club de Clichy».[1]
Cuanto se reunieron los Consejos los diputados conservadores del «nuevo tercio» consiguieron que resultara elegido como nuevo director, en sustitución de Étienne-François Le Tourneur, François Barthélemy, un exaristócrata y diplomático, y que el nuevo presidente del Consejo de los Quinientos fuera el general Jean-Charles Pichegru, uno de los líderes del Club de Clichy (y cuyas conexiones con los monárquicos se conocieron poco después gracias a la documentación que Bonaparte envió desde Italia). Sin embargo, las críticas a la fase republicana de la Revolución y a los políticos que la habían apoyado —«Ya saben los males que han causado en Francia los atroces decretos que estos mismos hombres han dejado durante los últimos cinco años», declaró un diputado conservador— hicieron muy difícil su alianza con los republicanos moderados que podrían haber estado dispuestos a formar una coalición con ellos. También propusieron suavizar las restricciones a las celebraciones católicas públicas y permitir el toque de campanas de las iglesias, lo que fue duramente criticado desde la prensa republicana.[2]
Golpe de Estado
Los miembros del Directorio estaban divididos sobre la política a seguir respecto de la nueva mayoría en los Consejos. Lazare Carnot defendió el compromiso con los conservadores más moderados y propuso la destitución de los ministros más claramente republicanos. Defendiendo la política opuesta se encontraban Reubell, quien en cuanto se conocieron los resultados de las elecciones había propuesto anularlas e impedir que los nuevos diputados tomaran posesión de sus escaños, y Larevellière-Lépeaux, a los que se unió finalmente Paul Barras, quien ya había ordenado al general Lazare Hoche que llevara sus tropas a París (lo que violaba la Constitución que establecía que las unidades militares no podían acercarse a menos de 30 kilómetros de la capital).[3]
Ante las dudas de Hoche, Bonaparte envió al general Pierre François Charles Augereau que fue el que finalmente encabezó el golpe de Estado del 18 de fructidor del año V (4 de septiembre de 1797). Sus soldados rodearon el palacio de las Tullerías donde se reunían los Consejos y detuvieron a Barthélemy, el director recientemente elegido, mientras que el director Carnot lograba escapar. En la noche del día anterior, 17 de fructidor, se habían colgado proclamas en las paredes anunciando el golpe, que incluían copias de los documentos que Bonaparte había enviado desde Italia con pruebas de la traición del general Pichegru.[3]
El golpe se justificó alegando que existía un «vasto proyecto de restauración de la monarquía» y de «resurrección» del «fanatismo» (en referencia al catolicismo) que estaba apoyado por «numerosos miembros de los Consejos», según el informe que presentó el ministro de Policía, Pierre Jean-Marie Sotin de La Coindière.[4].
Consecuencias
Se pidió a los Consejos que apoyaran la detención y deportación a la Guayana de 65 supuestos contrarrevolucionarios, incluidos 53 diputados, además de los dos directores Barthélemy y Carnot (sustituidos por Nicolas François de Neufchâteau y Philippe-Antoine Merlin de Douai), y se declararon nulos los resultados electorales en más de la mitad del país, lo que supuso la destitución de más de cien diputados que fueron sustituidos por republicanos «leales». Asimismo el Directorio suprimió más de treinta periódicos de derechas y ordenó la detención de sus directores y editores, aunque la mayoría de ellos lograron escapar (y algunos periódicos reaparecerían con otros nombres), al igual que la mayoría de los políticos conservadores, entre ellos el líder termidoriano François-Antoine de Boissy d'Anglas.[5]
Como ha señalado Jeremy D. Popkin, los «triunviros» Reubell, Larevellière-Lépeaux y Barras «dieron una lección magistral sobre cómo un régimen con pocos apoyos podía acabar con sus oponentes» y «lograron hacerlo dentro de los márgenes de la ley, aunque por poco, y controlar la situación tras la victoria». Pero el golpe «no se llevó a cabo para democratizar el sistema», sino que «se arriesgaron a invitar a los militares a entrar en política», sentando «un precedente que se volvería contra ellos» (el golpe de Estado del 18 de brumario de dos años más tarde), añade Popkin.[6]
Referencias
- ↑ Popkin, 2021, pp. 537-540.
- ↑ Popkin, 2021, pp. 540-542; 544.
- ↑ a b Popkin, 2021, pp. 543-544.
- ↑ Popkin, 2021, p. 545.
- ↑ Popkin, 2021, pp. 544-545.
- ↑ Popkin, 2021, pp. 545-546.
Bibliografía
- Popkin, Jeremy D. (2021) [2019]. El nacimiento de un mundo nuevo. Historia de la Revolución francesa [A New World Begins. The History of the French Revolution]. Barcelona: Galaxia Gutenberg. ISBN 978-84-18526-18-3.
