Ramón Aguilar
Ramón Aguilar Ceja también conocido por su pseudonimo José Aguilera (Zacapu, Michoacán, 15 de abril de 1888-Santiago Tangamandapio, Michoacán, 31 de marzo de 1936)[1][2] fue un militar y agrarista mexicano que participó en la Revolución mexicana, la Rebelión delahuertista y las Guerras Cristeras.
Ramón Aguilar Ceja | ||
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![]() Jefe de Operaciones Militares en Michoacán | ||
1932-1934 | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
15 de abril de 1888 Zacapu, Michoacán | |
Fallecimiento |
31 de marzo de 1936 (47 años) Santiago Tangamandapio, Michoacán | |
Causa de muerte | Herida por arma de fuego | |
Religión | Ateísmo | |
Información profesional | ||
Años activo | 1916-1936 | |
Lealtad |
Ejército Delahuertista 1923-1924 Ejército Cristero 1927-1936 | |
Rango militar | General brigadier | |
Conflictos |
Revolución mexicana Rebelión delahuertista Guerra Cristera Segunda Guerra Cristera | |
Biografía
Hijo de un propietario rural, estudió en la escuela parroquial de Zacapu. Fue secuestrado por fuerzas de José Inés García Chávez en 1916 donde combatió hasta 1917 cuando emigró a los Estados Unidos.[3] Regresó a México en 1922 y junto a Primo Tapia organizó diversos movimientos agraristas, logrando ser delegado de la comunidad agraria en Zacapu y vicepresidente de la segunda convención de la Liga de Comunidades y Sindicatos Agraristas. Rompió con Tapia en 1923 para unirse a la Rebelión delahuertista bajó las órdenes de Ricardo Luna Morales.[1][4][2][5]
Guerra Cristera
En junio de 1927 se unió al Ejército Cristero bajó las órdenes de Jesús Degollado Guízar, alcanzando el grado de General Brigadier.[2] En enero de 1928 derrotó al 11.º regimiento en la batalla del Cerro del Encinal, provocando las bajas del general Ayala y un centenar de sus hombres. Durante todo 1928 concentró sus fuerzas en mantener la zona Zamora-Zacapu en manos cristeras, el 16 de septiembre de 1928 tomó Ecuandureo. En enero de 1929 derrotó al general T. Méndoza en Zamora; incendió las estaciones de Tinguindín, Tarecuato y Moreno; Dando muerte a 80 soldados del 85vo regimiento. Durante 1929 junto a Anatolio Partida atacó Cojumatlán, Quitupan, Mazamitla, Valle de Juárez, Tizapán el Alto, Sahuayo de Morelos, La Palma, San José de Gracia, Cotija, Apatzingán, Uruapan, Zirándaro. Fue considerado por Enrique Gorostieta Velarde su mejor jefe de guerra.[6][7][8]
Segunda Guerra Cristera
Ante el asesinato de diversos ex líderes cristeros, se levanta en armas en 1932, obligando al gobierno a anular sus decretos perseguidores en contra de los cristeros. En julio de 1932 junto al capitán José Uribe -subalterno de Aguilar- y su tropa, sostuvieron enfrentamientos con el ejército en Mexcala y Ajuno. Rubén Guízar se indultó en abril de 1933 y apoyó al gobierno en sus intentos de convencer a los demás jefes guerrilleros para que hicieran lo mismo; pero fue capturado por tropas de Ramón Aguilar y fusilado el 3 de mayo de ese año sin mayor trámite. En septiembre de 1933, Ramón Aguilar comenzó a desesperarse de la impotencia de su ejército y manifestó a la liga que se estaban "quedando solos", por lo cual era urgente firmar un pacto con Antonio I. Villarreal, que en su opinión podría redituar en mayores recursos bélicos. Fue nombrado Jefe de operaciones militares en Michoacán hasta su rompimiento con la Liga Nacional para la Defensa de las Libertades Religiosas en 1934. En 1935 volvió a afiliarse a la liga aunque la relación de confianza entre ambas partes ya estaba mermada.[2] Finalmente Aguilar sería asesinado en una emboscada tendida por los agraristas el 31 de marzo de 1936.[1][9][10]
Ideología
A pesar de haber millitado en el ejército cristero era conocido su anticlericalismo, siendo reacio a las celebraciones católicas previas a los combates cristeros.[11] Nunca estuvo realmente comprometido con el programa de la Liga Nacional para la Defensa de las Libertades Religiosas y se oponía al agrarismo ejidal.[12] Afirmaba que el movimiento libertario revolucionario comenzó hace 20 años y no había triunfado todavía ya que la tiranía seguía reinando: “¡Viva el agrarismo, mueran el agarrismo y el pillaje!".[13] Es probable que sus ideas más cercanas al delahuertismo y las dificultades que enfrentó para reinsertarse a la vida pacífica tras el fin de la Cristiada, hayan sido las principales razones de unirse a la Segunda Guerra Cristera.[14][2][5]
En la cultura popular
Debido a su carácter agrarista fue partícipe de diversos corridos durante la cristiada.[15]
Referencias
- Carrillo Cázares, Alberto (2000). La guerra y la paz: tradiciones y contradicciones Volumen II. Michoacán: El Colegio de México. Consultado el 07/12/2022.
- Guerra Manzo, Enrique (2015). EL FUEGO SAGRADO. L A SEGUNDA CRISTIADA Y EL CASO DE MICHOACÁN (1931-1938). Ciudad de México: Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco. Consultado el 08/12/2022.
- José Inés Chávez García El terror de Michoacán.
- David, 20 (22 mar. 1954).
- Meyer, Jean. Los “Kulaki” del Ejido (los años ’30). El Colegio de México. Consultado el 08/12/2022.
- Ochoa Serrano, A. Álvaro (2006). Documento. Relaciones 103. Consultado el 08/12/2022.
- Meyer Barth, Jean (1973). La Cristiada: La Guerra de los Cristeros. SIGLO XXI. ISBN 9682319048. Consultado el 20 de noviembre de 2022.
- Meyer Barth, Jean (1974). La Cristiada: La Guerra de los Cristeros Tomo 3. Siglo XXI.
- AHUNAM/CESU , AAA, c. 20, exp. 94.
- Meyer Barth, Jean (1973). La Cristiada: La Guerra de los Cristeros. SIGLO XXI. ISBN 9682319048. Consultado el 20 de noviembre de 2022.
- Degollado Guízar, Jesús (1957). MEMORIAS de Jesús Degollado Guízar. Guadalajara, Jalisco: JUS. MEXICO. pp. 42-66. Consultado el 08/12/2022.
- Ramón Aguilar el 20 de abril de 1933: "Como Ud. comprende es este asunto [el pacto con Villarreal] de aquellos que requieren mayor atención y bases firmes, y por esto mismo debe ser naturalmente lento el arreglo [...]
- Manifiesto de diciembre de 1932
- FRIEDRICH, Revuelta agraria, pp. 138-139, considera a Ramón Aguilar como "un decidido y hábil" líder agrarista de la cabecera municipal de Zacapu. En 1923 Aguilar discutió y se enemistó con Primo Tapia. A l pa�recer sus diferencias fundamentales estaban en la "simpatía hacia el delahuertismo" del primero.
- «Letra de Corrido de Ramón Aguilar».