Palas (hija de Tritón)

Palas ( /ˈpæləs/; Griego antiguo: Παλλάς), en la mitología griega, era una compañera de juegos de Atenea. Era hija del dios Tritón.

Estatua de Atenea (o Minerva). Fotograbado de la estatua de mármol original del Vaticano en Roma. Esta estatua se conoce como Atena (o Minerva) Giustiniani. Fue encontrada en el templo de Minerva Medica en el monte Esquilino y se supone que es una copia de una estatua de Fidias. Está admirablemente conservada y está esculpida en fino mármol de Paros. Museos del Vaticano.

Mitología

Tras nacer Atenea completamente armada de la frente de Zeus, Tritón, hijo de Poseidón y mensajero de los mares, se convirtió en el padre adoptivo de la diosa y la crio junto a su propia hija, Palas. El dios del mar enseñó a ambas chicas las artes de la guerra.

Durante un festival atlético, Palas y Atenea se enzarzaron en una pelea amistosa con lanzas, donde la vencedora sería quien lograra desarmar a su oponente. Al principio de la contienda, Atenea tomó la delantera, hasta que Palas asumió el control. Antes de que pudiera llevarse la victoria, Zeus, que estaba presente y temía ver a su propia hija perder, distrajo a Palas con la Égida, en la que ella había mostrado interés anteriormente. Palas, aturdida y maravillada, se quedó quieta mientras Atenea, esperando que esquivara, la empaló accidentalmente.

Llena de tristeza y arrepentimiento, Atenea creó el paladio, una estatua a semejanza de Palas, y envolvió la Égida, que tanto temía, alrededor de su pecho, colocándola al lado de Zeus y honrándola. Más tarde, Atenea adoptó el título de Palas como tributo a su difunta amiga.

Festival de Libia

Esta historia sobre Atenea y Palas inspiró un festival anual en Libia dedicado a la diosa. Un pasaje de Heródoto relata esta costumbre[1]:

"Son fronterizos de los Maclíes los Ausées, pues ambos habitaban en las orillas de la laguna Tritónida divididos entre sí por el río Triton. Los Maclíes se dejan crecer el pelo en la parte posterior de la cabeza, y los Ausées en la parte anterior de ella.

Las doncellas del país hacen todos los años una fiesta a Minerva, en la cual, repartidas en dos bandas, hacen sus escaramuzas a pedradas y a garrotazos, y dicen que practican aquellas ceremonias, propias de su nación, en honra de aquella diosa su paisana a la cual llamamos Atenea. Tienen creído que las doncellas que mueren de aquellas heridas, no lo eran más que las madres que las parieron, y así las llaman las falsas vírgenes.

Antes de dar fin a aquel combate, cogen siempre a la doncella que por votos de todas se ha portado mejor en el choque; ármanla con un capacete corintio y con un arnés griego, y puesta encima de un carro llévanla en triunfo alrededor de la laguna.

Ignoro con qué armadura adornasen a sus doncellas antes de tener por vecinos a los griegos, si bien me inclino a pensar que con la armadura egipcia, pues siento y digo que los griegos tomaron de los egipcios el yelmo y el escudo."

Referencias

  1. Historias (Herodoto) Libro IV. Consultado el 14 de diciembre de 2023.
  • Apolodoro, Biblioteca mitológica III,12,3.
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