Mix de políticas

El mix de políticas es la combinación de política monetaria y política fiscal de un país. Estos dos canales influyen en el crecimiento y el empleo y generalmente están determinados, respectivamente, por el banco central y el Gobierno (por ejemplo, en el caso de EE. UU., la Reserva Federal y el Congreso de los Estados Unidos, que aprueba los presupuestos enviados por el Gobierno estadounidense).[1]

Gráfico de inflación, desempleo y tipos de interés
Desempleo (azul), inflación (turquesa) y tipos de interés (caqui) en Estados Unidos de 1981 a 1989. Los altos tipos de interés de 1981 a 1983 redujeron la inflación, pero aumentaron el desempleo. De 1984 a 1988 los tipos y el desempleo fueron disminuyendo, a la vez que la inflación se mantenía baja. Se puede decir que en esos años el mix de políticas fue correcto.

Idealmente, el mix de políticas debería intentar maximizar el crecimiento y minimizar el desempleo y la inflación. Pero es difícil conseguir los 3 objetivos a la vez, porque políticas que fomentan el crecimiento impulsan también la inflación, y políticas contra la inflación disminuyen el empleo.[2]

A veces se teoriza que los bancos centrales y los gobiernos tienen horizontes temporales diferentes, más cortos en el caso de los segundos. Ambos pueden tener otros objetivos y deben adherirse a algunas limitaciones (obedecer una regla de déficit, proteger al sector financiero, intentar ser reelegidos, etc.) que los desvíen de los 3 objetivos primarios citados.

La política monetaria normalmente la lleva a cabo el banco central, que controla los tipos de interés y la oferta monetaria para conseguir una inflación y un desempleo bajos (caso de la Reserva Federal, doble mandato o mandato dual)[3] o una inflación baja (caso del Banco Central Europeo).[3] El Gobierno influye en las condiciones del mercado laboral, la inversión pública, el gasto público y la política fiscal. Puede cambiarlas para lograr objetivos económicos. Por ejemplo aumentar los impuestos para enfriar la economía,[4] reducir las cotizaciones a la Seguridad Social para incrementar el empleo,[5] etc.

La independencia del banco central generalmente se considera positiva, porque impide que una sola autoridad emita deuda y la pague simultáneamente con dinero recién creado, lo que sería inflacionario.[6]

Véase también

Referencias

  1. Alan Reynolds (Fall 2001). «The Fiscal-Monetary Policy Mix». Cato Journal 21 (2).
  2. Pellicer, Lluís (19 de marzo de 2022). «¿Inflación o crecimiento? El dilema diabólico de los bancos centrales». El País (Madrid, España). Consultado el 12 de septiembre de 2023.
  3. Morales, Yolanda (11 de diciembre de 2019). «Mandato dual de bancos centrales, característica de economía avanzada: FMI». El Economista (México). Consultado el 12 de septiembre de 2023.
  4. «Política fiscal».
  5. «Empleo estima que reducir cotizaciones para bajar un punto el paro obligaría a subir nueve puntos el iva». La Información (España). 22 de abril de 2014. Consultado el 12 de septiembre de 2023.
  6. Alexander D. Rothenberg. «The Monetary-Fiscal Policy Mix: Empirical Analysis and Theoretical Implications». Consultado el 22 de diciembre de 2014.
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