Jabón hecho de cadáveres humanos
Durante la Segunda Guerra Mundial, se alegó que algunos científicos de la Alemania nazi habrían experimentado con jabón hecho de cadáveres humanos. Es aceptado que únicamente se llevó a cabo una pequeña producción, siendo la participación más notable la del profesor Rudolf Spanner. Aunque se cree que hubo algunos intentos de investigación, nunca se llegó a una etapa de producción industrial y se considera que fue más bien una amenaza o tortura psicológica usada por las SS contra sus prisioneros.[1] No existe evidencia fáctica que demuestre que hubiera sucedido más allá de una pequeña escala, al menos durante las primeras etapas de la Segunda Guerra Mundial.[2] La mayoría de los historiadores nunca han creído que los nazis hayan producido jabón hecho de cadáveres humanos en masa durante la Segunda Guerra Mundial y lo consideran parte del folklore de la época.
Historia
Andrew Hollinger afirmó que los rumores de jabón hecho por los alemanes a partir de cadáveres humanos se originaron en la propaganda francesa de la Primera Guerra Mundial.[3]
Otra versión asegura que la acusación original de que los alemanes estaban usando grasa procedente de cadáveres humanos para hacer jabones fue lanzada desde el Reino Unido durante la Primera Guerra Mundial y que el diario The Times aseguró en un reportaje de abril de 1917 que los alemanes estaban hirviendo los cuerpos de los niños judíos para hacer jabones y otros productos.[4] En 1925, el secretario de asuntos exteriores del Reino Unido, sir Austen Chamberlain, aseguró que la mayoría de las historias durante la Primera Guerra - refiriéndose preponderantemente a la propaganda alemana - fueron producto de la propaganda y habían sido falsas.[5]
La acusación resurgió muy temprano en la Segunda Guerra Mundial, de forma que probablemente no fuese cierta en ese primer momento. Lo que se rumoreaba era que los alemanes hacían jabón con grasa de bebés humanos.[6] Las bromas de la época, amenazas, rumores e insultos registrados corroboran que era una afirmación bastante creíble para mucha gente. El principal sustento para esta creencia se hallaba en las siglas «RIF» que estaban impresas en la gran mayoría de los jabones disponibles en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Las siglas eran interpretadas como Reines Jüdisches Fett («grasa pura de judío») siendo tal vez esto el inicio de la creencia además de que la grasa extraída no era de cualquier persona sino específicamente de los judíos, cuando las siglas significaban en realidad Reichsstelle für industrielle Fettversorgung (Centro Nacional para la Provisión Industrial de Grasa).
Más tarde, cuando los cuerpos humanos comenzaron a utilizarse realmente para obtener productos de ellos, como, por ejemplo, el pelo para rellenos y aislante, hay claros indicios de que algunos científicos alemanes experimentaron fabricando jabón a partir de grasa humana. El profesor Rudolf Spanner fabricó entre 10 y 100 kg de jabón de cadáveres procedentes del hospital psiquiátrico en Konradstein, ahora Kocborowo, una cárcel en Königsberg, y el campo de concentración de Struthof-Natzweiler. De acuerdo con los testimonios de Spanner tras la contienda, el jabón fue usado solo para ser inyectado en ligamentos de articulaciones como terapia.[7]
Douglas T. Frost testimonió, durante el juicio de Núremberg, que los civiles alemanes a menudo amenazaban a los prisioneros judíos con que serían gaseados y convertidos en jabón.[8] Otros testimonios de sobrevivientes aseguran que los guardias de las SS a menudo atormentaban a los prisioneros con la amenaza de convertirlos en jabón. El rumor cobró mayor credibilidad cuando al final de la guerra el Ejército Rojo soviético descubrió un laboratorio, cerca de Gdansk, Polonia, con partes de cuerpos humanos junto con jabón.[1] Algunos expertos creen que el instituto habría servido para probar la viabilidad de la creación de jabón con grasa humana, pero que nunca se llegó a una etapa de la producción industrial.[1]
A pesar del caso de Rudolf Spanner, no existe evidencia de que se haya usado grasa humana, judía o no, de forma continua durante el periodo nazi de Alemania. Los experimentos en Danzig fueron detenidos una vez que el jefe de las SS, Heinrich Himmler, escuchó rumores de su existencia, tras lo cual el 20 de noviembre de 1942 ordenó una investigación al respecto.[2] Por la misma razón por la que Himmler, quien autorizó el uso industrial de pelo humano, encontraba la idea de la fabricación de jabón de este modo tan repulsiva, otros contemporáneos admitieron la suposición como factible, como una señal más del desprecio total por el valor de las vidas humanas dentro del nazismo.[9]
La mayoría de los estudiosos del Holocausto consideran que la leyenda del «jabón judío» es parte del folklore de la época, más que una señal de que en verdad los alemanes hubiesen producido su jabón principalmente con grasa humana durante la guerra.[3] Se cree que se trataba más bien de una especie de tortura psicológica para atemorizar a los prisioneros.[1] La creencia de que es solo un mito es apoyada por historiadores como Walter Laqueur,[10] Gitta Sereny,[11] Deborah Lipstadt,[12] Yehuda Bauer, de la Universidad Hebrea de Jerusalén en Israel, y por Shmuel Krakowski, director de archivos del centro del Holocausto Yad Vashem en el mismo país.[13][14][15]
Referencias
- «New Israeli Film Debunks Myth That Nazis Made Soap From Jews read more: http://www.haaretz.com/jewish/features/.premium-1.527623». HAARETZ. Consultado el 1 de septiembre de 2016.
- Darren Boyle (6 de marzo de 2015). «Bar of soap 'made from the fat of Jewish Holocaust victims' is removed from eBay after Dutch owner put it up for sale». Daily Mail. Consultado el 1 de septiembre de 2016.
- The soap myth (en inglés) Jewish Virtual Library, URL accedida el 29 de diciembre de 2006.
- Phillip Knightley, The First Casualty (Nueva York: 1975), pp. 105-106.
- Arthur Ponsonby, Falsehood in Wartime (Nueva York: 1929), pp. 102, 111-112
- Nicholas John Cull; David Holbrook Culbert; David Welch. Propaganda and Mass Persuasion: A Historical Encyclopedia, 1500 to the Present. Santa Barbara, California, Oxford, ABC-CLIO, 2003, pp. 39. ISBN 9781280712944. Consultado el 1 de septiembre de 2016.
- Human Fat Was Used to Produce Soap in Gdansk during the War (en inglés) Archivado el 27 de septiembre de 2007 en Wayback Machine. Consultado el 31 de enero de 2007.
- «The Soap Allegations». Nizkor. Archivado desde el original el 7 de julio de 2007. Consultado el 1 de septiembre de 2016.
- UCSB History Page: Did Nazis use human body fat to make soap? (en inglés) Consultado el 29 de diciembre de 2006.
- Walter Laqueur, The Terrible Secret (Boston: 1980), pp. 82, 219.
- Gitta Sereny, Into That Darkness (Londres: A. Deutsch, 1974), p. 141 (nota).
- "Nazi Soap Rumor During World War II," Los Angeles Times, 16 de mayo de 1981, pág. II/2.
- Bill Hutman, "Nazis never made human-fat soap," The Jerusalem Post - International Edition, de la semana del 5 de mayo de 1990.
- "Holocaust Expert Rejects Charge That Nazis Made Soap from Jews,", Facsimile in: Christian News, 21 de mayo de 1990, pág. 19.
- "A Holocaust Belief Cleared Up," Chicago Tribune, 25 de abril de 1990. Facsímil en: Ganpac Brief, junio de 1990, pág. 8.