Control del estrés
El término control de estrés hace referencia a un conjunto de técnicas que tienen la finalidad de equipar a una persona de mecanismos eficaces para afrontar el estrés, definiendo estrés como la respuesta fisiológica de una persona a un estímulo interno o externo que desencadena la reacción de lucha o huida. El control de estrés es eficaz cuando una persona utiliza estrategias de afrontamiento o cambio de situaciones estresantes.

Para vencer el estrés, la clave está en enfocarte en tu propio proceso y tareas, y que no te distraiga el resultado potencial o el desempeño de los demás.
Recordemos que los momentos de estrés son también momentos de crecimiento. Si usamos las adversidades de forma correcta, podremos crecer a través de ellas.
Historia
En sus trabajos pioneros, Walter Cannon y Hans Selye usaron animales para establecer las bases científicas tempranas en el estudio del estrés y extrapolar a seres humanos los resultados observados. Midieron las respuestas fisiológicas de animales sometidos a presiones externas, cambios abruptos de temperatura, calor y frío prolongados y procedimientos quirúrgicos.[1][2]
Eficacia
La gestión del estrés tiene beneficios fisiológicos e inmunológicos.[3] Se observan resultados positivos cuando se utiliza una combinación de intervenciones no medicamentosas:[4]
- control de la ira o la hostilidad
- regulación emocional[5]
- entrenamiento autógeno, que es una técnica de relajación utilizada para reducir el estrés y equilibrar la mente y el cuerpo mediante ejercicios repetitivos, como la respiración profunda, que promueven la relajación mental. Las investigaciones realizadas por L. Varvogli y C. Darviri demuestran que este método tiene una serie de beneficios terapéuticos para la salud, ayudando a quienes han sufrido cefaleas tensionales, enfermedades cardíacas, ansiedad y muchos otros.[6][7]
- terapia conversacional (en torno a problemas relacionales o existenciales)
- terapia cognitiva para la ansiedad o la depresión clínica[8][9]
- la biorretroalimentación permite a las personas controlar las funciones internas de su cuerpo, como el ritmo cardíaco, la tensión muscular o la temperatura, y utilizar esta información para aprender a controlar la respuesta del cuerpo, lo que puede conducir a una mejor salud física, mental y emocional.[10] Algunos la consideran eficaz, pero los críticos comparan su eficacia[11] con la de las terapias convencionales y afirman que la rentabilidad de la biorretroalimentación es cuestionable.
Referencias
- Cannon, W. (1939). The Wisdom of the Body, 2nd ed., NY: Norton Pubs.
- Selye, H (1950). «Stress and the general adaptation syndrome». Br. Med. J. 4667: 1383-92. PMID 15426759.
- «Stress management, finding benefit, and immune function: positive mechanisms for intervention effects on physiology». www.sciencedirect.com. Consultado el 24 de noviembre de 2023.
- «Individualized Stress Management for Primary Hypertension». jamanetwork.com. Consultado el 24 de noviembre de 2023.
- «Stress management: components and methods – literature review». whatistruth.life. Consultado el 24 de noviembre de 2023.
- «The Healthy Lifestyle and Personal Control Questionnaire (HLPCQ): a novel tool for assessing self-empowerment through a constellation of daily activities». bmcpublichealth.biomedcentral.com. Consultado el 24 de noviembre de 2023.
- «Stress Management Techniques: evidence-based procedures that reduce stress and promote health». thehealthsciencesacademy.org. Consultado el 24 de noviembre de 2023.
- «Cognitive Therapy of Anxiety and Depression». link.springer.com. Consultado el 24 de noviembre de 2023.
- «Metacognitive Therapy for Anxiety and Depression». ravanhami.com. Consultado el 24 de noviembre de 2023.
- «Overview of Biofeedback». www.webmd.com. Consultado el 24 de noviembre de 2023.
- «Perceived Stress Questionnaire. Greek Version». psycnet.apa.org. Consultado el 24 de noviembre de 2023.