Con la música por dentro
Con la música por dentro es una película mexicana de comedia musical de 1946 escrita por Octavio Tito Novaro, dirigida por Humberto Gómez Landero y protagonizada por Germán Valdés "Tin Tan", Marga López, Isabelita Blanch y Maruja Grifell.
Con la música por dentro | ||
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Título | Con La Música Por Dentro | |
Ficha técnica | ||
Dirección |
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Ayudante de dirección | Moisés M. Delgado | |
Producción | Jesús Grovas | |
Guion | Octavio Tito Novaro y Humberto Gómez Landero | |
Música | Marcelo Chávez y Armando Rosales | |
Fotografía | Victor Herrera | |
Montaje | José W. Bustos | |
Protagonistas |
Germán Valdés Marcelo Chávez Marga López Isabelita Blanch Carlos Martínez Baena Eduardo Vivas Maruja Grifell Rafael Icardo Manuel Roche | |
Ver todos los créditos (IMDb) | ||
Datos y cifras | ||
País | México | |
Año | 20 de febrero de 1947 | |
Género | Comedia musical | |
Duración | 85 minutos | |
Idioma(s) | español | |
Compañías | ||
Productora | As Films y Producciones Grovas | |
Ficha en IMDb Ficha en FilmAffinity | ||
Sinopsis
Al quedar sin empleo, el músico Tin Tan toma un trabajo de jardinero en la rica casa del empresario Nardo y su esposa Margarita. Vive con ellos la joven Rosita, hija sólo de Nardo. Tin Tan provoca el despido del cocinero Jacinto y del sirviente negro Narciso para hacerse pasar por el conde del Buen Tallarín, disfrazarse como su supuesta hermana la condesa Hortensia y hacerse invitar en la casa con sus compañeros del teatro: el maestro de ceremonias Molinetti, coristas y orquesta. Marcelo se enamora de la "condesa" y Margarita del "conde", que sigue en la casa sin que, supuestamente, lo sepa su "hermana". Así, con sendas citas, Tin Tan hace encontrarse en una alcoba, "sin luz y sin palabras", a Nardo y Margarita, que no se hablan. Llega con su esposa un conde que toma a "Hortensia" por su esposa Tatiana, y que resulta por eso bígamo. Al fin, a las doce de la noche, Tin Tan cuenta la verdad a Rosita: todo lo ha hecho para dar una lección a Nardo, que no quiso contratarlo. Tin Tan y Rosita se besan. Nardo y Margarita se reconcilian.
Reparto
- Germán Valdés como Tin Tan / Diego
- Marcelo Chávez como Nardo del Valle
- Marga López como Rosita
- Isabelita Blanch como Margarita
- Carlos Martínez Baena como Molinetti
- Eduardo Vivas como Conde Francisco José Federico Maximiliano
- Maruja Grifell como Condesa
- Rafael Icardo como Jacinto
- Manuel Roche como Narciso
Comentarios
Gómez Landero tuvo la buena idea de presentar al comienzo de esta comedia a Tin Tan disfrazado de fauno, feliz entre unas coristas: en efecto, era el de Tin Tan un espíritu gozosamente fáunico. Lo malo es que seguía a eso una trama descabellada en exceso, con ya muy pasados de moda ridiculizaciones de la aristocracia y muchos juegos de palabras a propósito de los nombres de flores puestos a casi todos los personajes: "Rosita de abolengo", llamaba Tin Tan a Marga López en recuerdo de la famosa película norteamericana Rosa de abolengo (Mrs. Miniver), y el cómico decía haber cultivado los jardines del muso de la Ubre, del Palacio de las Joyerías y de la Cámara de los Pares en París, y los de la Universidad de Vodka y Caviar en Moscú, y los de Roma...nones, y recitaba a Isabelita Blanch lo de "Margarita, te voy a contar un cuento", y citaba el título de la película argentina Los martes, orquídeas, y decía cosas como "Azucena... a su cena". Un acuerdo de la euforia desinhibida de Tin Tan y el gusto de su director por lo culterano llevaba al cómico a hablar en una mezcla de inglés y francés y en italiano con Martínez Baena para terminar diciendo: "deja de hablar italiano, que ninguno de los dos lo entendemos". Además, Tin Tan insistía en sus curiosas deformaciones de lenguaje: "logo logo" por "luego luego" y "quemene" por "cómo no", y hacía a Marcelo una invitación a los Mae West, moviendo la cadera: "come to see me some time". Los números musicales eran lo más gracioso de la película: Rafael Icardo daba a Tin Tan pie para cantar una pieza andaluza: Échale guindas al pavo; Tin Tan se disfrazaba de belle del siglo XIX, con peluca rubia y sin bigote, para cantar al piano con gorgoritos, un poco al modo de Agustín Lara, algo que empezaba así: "si yo encontrara un hombre como tú, me haría mil pedazos como Fu Man Chu"; en un número con coristas, Tin Tan aludía a Adán y Eva, imitaba animales, daba pasos "egipcios", se refería a las Cruzadas, etcétera, para acabar bailando boogie woogie; en un número de ballet, con coristas, Tin Tan, de ballerina, emulaba al cómico norteamericano Red Skelton en Escuela de sirenas (Bathing Beauty); un número yucateco multitudinario, con "bombas" dichas por casi todo el reparto, concluía la película.