Canción para los días de la vida
«Canción para los días de la vida» es un tema compuesto por el músico argentino Luis Alberto Spinetta en 1977 y que pertenece a su tercer álbum solista A 18' del sol.
«Canción para los días de la vida» | ||
---|---|---|
de Luis Alberto Spinetta del álbum A 18' del sol | ||
Grabación | 1977 | |
Género(s) | Canción | |
Duración | 05:49 | |
Discográfica | CBS (Reediciones de Columbia/Sony Music) | |
Autor(es) | Luis Alberto Spinetta | |
Ha sido considerada entre las 100 mejores del rock argentino y actualmente es un clásico de la canción argentina.
La canción
Originalmente fue compuesta para una ópera que Almendra nunca llegó a concretar, y tras la disolución de este grupo, Spinetta decide incluirla en A 18' del sol.
Interpretada solo con una guitarra acústica, se caracteriza por su complejidad armónica y su letra de carácter surrealista.
Fue dedicada a Dante Spinetta.
Este día empieza a crecer,
voy a ver si puedo correr,
con la mañana, silbándome en la espalda o mirarme en las burbujas.Tengo que aprender a volar,
entre tanta gente de pie,
cuídan de mis alas, unos gnomos de lata,
que de noche nunca ríen.Si la lluvia llega hasta aquí,
voy a limitarme a vivir,
mojaré mis alas, como el árbol o el ángel,
o quizás muera de pena.Tengo mucho tiempo por hoy,
los relojes harán que cante...Y la espuma gira en torno a mi piel,
me han puesto manos para hablarle a las cosas de mí,
y al fin mi duende nació,
tiene orejas blancas como un soplo de pan y arroz,
y un hongo como nariz,
cuatro pelos locos, y un violín que nunca calla,
solo se desprende, y es igual a las guirnaldas.Y es que nunca calla, solo se desprende,
y es igual a las guirnaldas...Este dia es algo de sal,
me dejó vibrando al nacer,
pesa y es liviano, como un hilo sin nombre,
suena un poco a mi guitarra.Tengo que aprender a ser luz,
entre tanta gente detrás,
me pongo las ramas, de este sol que me espera,
para usarme como al aire.Y es que al fin, mi duende se abrió,
tiene un corazón de mantel y batón,
y un guiño al ver que todo es verdad.
Ya los gnomos cuidan, a un violín que siempre canta,
nunca se adormece...
y es igual a las guirnaldas.Y es que nunca calla, solo se desprende,
y es igual a las guirnaldas.«Canción para los días de la vida»