Arcoíris lunar
Un arcoíris lunar (también conocido como arcoíris blanco o sencillamente arco lunar)[1] es un arcoíris que ocurre por la refracción de la luz solar, en este caso lunar, sobre una lluvia o neblina nocturna. Los arcoíris lunares son relativamente tenues, debido a la escasa cantidad de luz que llega desde la Luna. Como los arcoíris, los arcos lunares se encuentran siempre en el lado opuesto del cielo desde el que llega la luz de la luna.

Fotografía de arcoíris lunar.
Condiciones
Las mejores condiciones para que se produzca un arcoíris lunar son:
- Cielo despejado.
- Luna llena (cuando la luz de la luna es más brillante).
- Justo después del crepúsculo vespertino o antes del crepúsculo matutino (cuando la luna todavía está baja).
- Abundante humedad (por lo que es más fácil verlos en cataratas).
Es difícil distinguir los colores en un arcoíris lunar porque la luz es generalmente demasiado débil para excitar los conos receptores de colores del ojo. Sin embargo, las cámaras fotográficas sí son capaces de captar los distintos colores.
Referencias
- Juan Carlos Sanz y Rosa Gallego, Diccionario Akal del color, Madrid, 2001, p. 92.
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